Let the Stones Cry Out
La arquitectura habla. No es posible que los seres humanos vivan en el silencio arquitectónico. Cuando las congregaciones construyen edificios eclesiásticos, esto es un testimonio o una máscara. Que griten las piedras.
Hoy vemos muchos magníficos edificios antiguos de iglesias abandonados porque el Evangelio salió de ellos hace mucho tiempo. Sin embargo, la buena arquitectura y la proclamación del Evangelio deberían ir de la mano.
Jesucristo, con su muerte en la cruz, hizo suyos los reinos de este mundo. La arquitectura de los edificios de nuestras iglesias debe proclamar su señorío.
En Let the Stones Cry Out, Douglas Wilson reflexiona sobre el aspecto que debe tener una iglesia cristiana, y cómo la naturaleza humana quiere equivocarse. Un edificio glorioso sin el Evangelio pronto estará vacío, y un edificio feo miente sobre la naturaleza de nuestra salvación.
Desde la recaudación de fondos hasta el primer domingo, Douglas Wilson proporciona una sabiduría muy necesaria sobre cómo construir una iglesia y llenarla para ampliar enormemente las oportunidades de ministerio, a nivel local y nacional. Después de todo, adorar a Dios no es un medio para otro fin. Adorar a Dios es la vocación más elevada que tiene cualquier ser humano. No requiere ninguna otra justificación.
© Book1 Group - todos los derechos reservados.
El contenido de este sitio no se puede copiar o usar, ni en parte ni en su totalidad, sin el permiso escrito del propietario.
Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)