Psicopatía, perversión y homicidio por lujuria: Cómo reconocer los trastornos mentales que impulsan a los asesinos en serie

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Título original:

Psychopathy, Perversion, and Lust Homicide: Recognizing the Mental Disorders That Power Serial Killers

Contenido del libro:

En este agudo estudio sobre asesinos en serie, el internacionalmente conocido psicólogo forense Duane Dobbert nos muestra cómo -incluso años antes de que se cometieran los crímenes- los autores de homicidios por lujuria mostraban comportamientos que evidenciaban ciertos trastornos mentales y sexuales que fueron creciendo hasta alimentar los horribles asesinatos. El análisis de Dobbert, que abarca a 13 asesinos -desde Herman Mudgett, que confesó 27 asesinatos a finales del siglo XIX, hasta Jeffrey Dahmer, que mató a 17 jóvenes y niños entre 1978 y 1991-, examina sus primeros años de vida y el desarrollo del Trastorno Antisocial de la Personalidad, así como de trastornos sexuales como el sadismo sexual y la necrofilia.

Se presta especial atención a los primeros signos de estos trastornos que los profesionales de las fuerzas del orden, la educación, la sanidad y la justicia penal pasaron por alto, trataron mal, minimizaron o ignoraron. El autor demuestra cómo y por qué la mayoría de los asesinatos en serie están motivados sexualmente, y alimentados por esta combinación de psicopatía y trastorno sexual. Tener una comprensión clara de los comportamientos precursores podría beneficiarnos al permitir la predicción y prevención de tales crímenes, dice Dobbert.

También aborda los signos de psicopatía y trastornos sexuales que deberían alertar a cualquier adulto o padre que quiera proteger a sus seres queridos.

Dobbert ofrece la historia psicológica y social de cada asesino, desde sus primeros años de vida, que moldeó a cada uno hasta convertirlo en un monstruo definitivo. Lucas, por ejemplo, nació de una prostituta y un padre alcohólico que perdió las piernas en un accidente de tren.

Le obligaban a ver a su madre realizar actos sexuales con clientes, le pegaban a menudo y una paliza le dejó en coma. Su madre le rizaba el pelo y le vestía como a una niña, y así le mandaba al colegio. A los 10 años, Lucas ya mostraba todos los síntomas del trastorno de conducta y era alcohólico.

A los 13 estaba obsesionado con el sexo, y mantenía relaciones sexuales con su hermanastro, así como con animales a los que atrapaba, torturaba y mataba en rituales sexuales. De adolescente, Lucas fue condenado por robo y enviado a una escuela de formación, donde causó problemas e intentó fugarse varias veces, pero fue puesto en libertad un año después. Más tarde confesó haber violado a su sobrina de 12 años al día siguiente.

Cada uno de estos asesinos tiene un desarrollo psicológico único, pero todos demostraron pronto el patrón de conducta de la psicopatía y el trastorno sexual, explica Dobbert.