Psicología Topográfica: El comportamiento y la geometría del cerebro

Título original:

Topographic Psychology: Behavior and the Geometry of the Brain

Contenido del libro:

La psicología contemporánea cree que existe una entidad, llamada mente, cuya tarea es controlar deliberadamente el cuerpo. Se dice que esta entidad habita en una dimensión separada de la realidad física que ocupa el cerebro. Si esto fuera cierto, entonces sería posible que la mente sobreviviera a la muerte de su propietario y se importara a otro cuerpo biológico o mecánico, o se elevara a algún plano metafísico. La psicología topográfica prescinde del concepto de mente. En su lugar, afirma que el cerebro es una máquina biológica que utiliza un modelo interno del mundo para transformar la sensación en movimiento. Esta idea hace superfluo el concepto de mente y permite calibrar el comportamiento humano y animal en función de la evolución.

Un modelo del mundo consiste en gran medida en mapas topográficos. Entre ellos hay un mapa del territorio propiedad del dueño del cerebro y un mapa de los huesos y músculos del dueño. Aunque el territorio existe en el mundo exterior, mientras que los órganos existen en el mundo interno del cuerpo, para el cerebro ambos mapas representan trozos de la misma realidad.

En el eje central del modelo habita un artefacto neural denominado objeto del yo, que sirve dentro del pensamiento del propietario como sustituto de éste.

La transición de la percepción al movimiento se denomina decisión. Las decisiones que se toman en el cerebro se ven facilitadas por artefactos neurales, derivados de la entrada sensorial, que residen dentro del modelo del mundo. Hay dos tipos fundamentales de artefactos, los objetos y las conexiones, a partir de los cuales se ensamblan estructuras neuronales mayores. Éstas incluyen efectores, que representan acciones unitarias de una parte; transacciones, que representan acciones recíprocas entre dos partes; pilas de polígonos, que representan analogías, inferencias e historias; una pila especial de polígonos que representa la autobiografía del propietario; pirámides, que representan referentes en el mundo exterior; y una pirámide especial que representa el objeto yo.

Para promover la supervivencia de su propietario, un modelo de mundo reacciona a los acontecimientos del mundo exterior alternando el cuerpo entre tres estados fisiológicos. Estos tres estados son la violencia, el sexo y el trabajo, cada uno de los cuales reconfigura el cuerpo para que pueda responder de forma óptima a una amenaza u oportunidad.