Puntuación:
Las reseñas del libro presentan una acogida desigual, con opiniones diversas sobre su contenido, calidad de redacción y profundidad técnica. Mientras que algunos lo consideran fascinante y una lectura esencial para los interesados en la historia de la Guerra Fría, otros critican su redacción y la falta de información técnica detallada.
Ventajas:⬤ Interesante relato del Proyecto Jennifer y de la ingeniería implicada en la recuperación de submarinos.
⬤ Algunos lo describen como una lectura apasionante, especialmente para los que están familiarizados con el tema.
⬤ Ofrece información sobre las operaciones de la CIA y los avances tecnológicos de la época, lo que lo convierte en una pieza única de la historia.
⬤ Para algunos, es una lectura esencial en un género con fuentes limitadas sobre el tema.
⬤ La calidad de la redacción es deficiente, y algunos la describen como comparable a un trabajo de bachillerato de bajo nivel.
⬤ Falta profundidad en los detalles técnicos, dejando a algunos lectores con ganas de información más específica sobre el proceso de recuperación.
⬤ Problemas de encuadernación y presentación, con ejemplares descritos como en mal estado.
⬤ Desvía la atención hacia temas no relacionados, lo que dificulta seguir la narración principal.
⬤ Énfasis excesivo en el «por qué» del proyecto y no en el «cómo» se ejecutó.
(basado en 15 opiniones de lectores)
Jennifer Project
En 1968, un submarino soviético de clase G explotó misteriosamente y se hundió en el fondo del Pacífico. Con el secretismo y la rapidez propios de la Guerra Fría, la inteligencia militar estadounidense se apresuró a encontrar la forma de sacar a flote el submarino. En el nuevo prefacio a esta edición de The Jennifer Project, que se publicó por primera vez en 1977, el autor Clyde Burleson comenta algunas de las fuentes que no pudo revelar hace veinte años y ofrece una interesante actualización de espadas a la cabeza.
En uno de los episodios más notables de espionaje e ingeniería de alta tecnología de la Guerra Fría, el esfuerzo por elevar el submarino soviético, bautizado con el nombre en clave de Proyecto Jennifer, reunió a un elenco de actores que incluía a altos mandos militares, la CIA y el excéntrico millonario e inventor Howard Hughes.
El Proyecto fue un esfuerzo monumental para crear una herramienta que pudiera llegar a tres millas bajo la superficie del océano y sacar el submarino del fango primigenio... en secreto. Financiado y construido por Hughes y Global Marine bajo contrato con la CIA, el barco creado para sacar el submarino del fango era una maravilla tecnológica. Con una longitud de dos campos de fútbol y una altura de veintitrés pisos, el Hughes Glomar Explorer albergaba en su casco una garra sumergible de seis millones de libras para recoger secciones del submarino.
El proyecto costó al gobierno de Estados Unidos cientos de millones de dólares, pero la comunidad de inteligencia apostaba a que, si tenía éxito, la recuperación del submarino soviético significaría acceder a conocimientos militares de valor incalculable cuando las dos superpotencias se acercaban a las negociaciones del Tratado de Limitación de Armas Estratégicas. El Proyecto Jennifer revisa un fascinante periodo de intrigas e invenciones de alto nivel que ha permanecido desconocido para muchos estadounidenses.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)