Pronto: Una historia atrasada de la dilación, desde Leonardo y Darwin hasta usted y yo

Título original:

Soon: An Overdue History of Procrastination, from Leonardo and Darwin to You and Me

Contenido del libro:

"Bien documentado... Soon) sostiene que, en muchos casos, figuras eminentes han realizado grandes obras mientras aplazaban el trabajo que se suponía que debían hacer. Para algunas personas, la procrastinación podría formar parte de la innovación y el proceso creativo." -- Wall Street Journal

Una divertida y erudita celebración de la procrastinación.

Una defensa entretenida y llena de hechos de la tendencia casi universal a procrastinar, que se basa en las historias de los mayores postergadores de la historia y en el trabajo de psicólogos, filósofos y economistas del comportamiento para explicar por qué posponemos lo que se supone que deberíamos estar haciendo y por qué no deberíamos sentirnos tan mal por ello.

Como muchos de nosotros, incluida la mayor parte de la población activa de Estados Unidos y casi dos tercios de todos los estudiantes universitarios, Andrew Santella procrastina. Preocupado por su hábito, pero aún no dispuesto a abandonarlo, se propuso aprender todo lo que pudiera sobre la tendencia humana a posponer las cosas. Estudió a los mayores procrastinadores de la historia para conocer mejor el comportamiento humano y también, escribe, para matar el tiempo, "siendo la investigación la mejor forma de evitar el trabajo real".

Habló con psicólogos, filósofos y sacerdotes. Visitó el barrio francés de Nueva Orleans, donde se encuentra el santuario del santo patrón de los procrastinadores. Y en la casa de Charles Darwin, a las afueras de Londres, se enteró de por qué el gran naturalista retrasó la redacción de su obra maestra durante más de dos décadas.

Basándose en una ecléctica mezcla de estudios de casos históricos de procrastinación -desde Leonardo da Vinci a Frank Lloyd Wright, y desde los profetas del Antiguo Testamento a los generales de la Guerra Civil- Santella ofrece una visión comprensiva del aplazamiento habitual. Cuestiona nuestra devoción al "culto a la eficacia" y sugiere que el retraso y el aplazamiento pueden ayudarnos a comprender lo que realmente nos importa. Estar atentos a nuestra dilación, escribe Santella, significa preguntarnos "si las cosas que el mundo quiere que hagamos merecen realmente la pena".