Probando la Trinidad: Recuperar el misterio del Padre, el Hijo y el Espíritu

Título original:

Testing the Trinity: Reclaiming the Mystery of Father, Son, and Spirit

Contenido del libro:

Cuando se consideran los aspectos del cristianismo que lo diferencian de otras religiones, una de sus características más distintivas es sin duda la noción de un "Dios trino". Este concepto ha sido la piedra angular de la ortodoxia cristiana durante casi dos milenios, y aún hoy sigue siendo el patrón por el que se mide todo lo que pretende ser cristiano. De hecho, en muchos aspectos la Trinidad se ha convertido en la doctrina definitoria del cristianismo.

Además de su singular importancia, la Trinidad es también una de las doctrinas más enigmáticas de la fe cristiana. Aunque la mayoría de los creyentes conocen la Trinidad, probablemente se verían en apuros para explicarla sin caer ellos mismos en la herejía. Saben que tiene algo que ver con "Padre, Hijo y Espíritu Santo" y que los tres son de algún modo uno, pero eso es todo.

Dicho esto, quizá lo más desconcertante de esta doctrina es que ni la palabra "Trinidad" ni su premisa central de "un Dios en tres personas" se encuentran en las Escrituras. Esto resulta chocante para la mayoría de los cristianos, que asumen tácitamente que algo tan esencial como la Trinidad debe estar prácticamente en todas las páginas de la Biblia. En realidad, la Trinidad fue tomando forma gradualmente durante los más de 300 años posteriores al final del Nuevo Testamento, una síntesis de la doctrina cristiana y de conceptos tomados de los sistemas filosóficos y religiosos griegos. Si alguna vez has tenido que luchar con las ideas de Platón y Aristóteles, puedes empezar a entender por qué la Trinidad es tan difícil de entender.

.

Entonces, a la luz de todo esto, ¿por qué seguimos hablando de esta doctrina después de casi 2.000 años? No está en la Biblia, la mayoría de los cristianos no pueden comprenderla y, sin embargo, se considera la prueba de fuego de la ortodoxia. Es cierto que la Trinidad se ha utilizado muchas veces a lo largo de los años para derrotar algunas de las amenazas más graves a las que se ha enfrentado la Iglesia; pero, cuando se examina la historia de esta doctrina, da la impresión de que la Iglesia primitiva cayó en la misma trampa de la que Pablo les había advertido. En su carta a los Colosenses, amonestó a la iglesia para que se mantuviera alejada de "filosofías vacías y tonterías altisonantes", pero aquí estamos.

Afortunadamente, hay una respuesta mejor al enigma de "Padre, Hijo y Espíritu Santo". Simplemente tenemos que dejar que la Escritura hable por sí misma, en lugar de escucharla a través de su pretendida intérprete, la Trinidad. Esto no es una tarea fácil, sin duda, ya que hemos sido tan adoctrinados con la Trinidad que es difícil ver otra cosa cuando abrimos las páginas de la Biblia. Sin embargo, cuando situamos la designación tripartita de Dios en el contexto del Reino de Dios y de la historia global de redención de la Biblia, la verdad de esta frase empieza a emerger. El truco, por supuesto, es hacerlo sin caer en la herejía... que es exactamente lo que "Probando la Trinidad" se esfuerza por lograr.