Puntuación:
En general, el libro «Prisoners on Cannock Chase», de Richard Pursehouse, ofrece un relato detallado y atractivo del campo de prisioneros de guerra alemán de Brocton durante la Primera Guerra Mundial. Combina una investigación exhaustiva con interesantes anécdotas y elementos visuales, lo que lo convierte en una importante contribución a la historia de Cannock Chase. Sin embargo, algunos críticos señalan que su perspectiva es algo limitada, ya que se basa principalmente en las cartas de un empleado del campo.
Ventajas:El libro es muy fácil de leer y está bien documentado, con excelentes ilustraciones, mapas y fotografías. Ofrece abundantes detalles sobre la vida en el campo de prisioneros de guerra, trata a fondo diversos temas e introduce información nueva incluso para quienes están familiarizados con el tema. Muchos lectores apreciaron el estilo humorístico e informativo del libro, que lo hace ameno.
Desventajas:Algunos críticos señalaron que la perspectiva del libro se basa en gran medida en las observaciones de una sola persona (el empleado del campo), lo que puede limitar el alcance más amplio de las pruebas históricas presentadas. Además, faltan mapas detallados para los lectores no familiarizados con la zona, y se sugirió que algunas imágenes podrían haberse presentado mejor en color.
(basado en 9 opiniones de lectores)
Prisoners on Cannock Chase: Great War POWs and Brockton Camp
A lo largo de muchos años, Richard Pursehouse ha desentrañado minuciosamente la historia de un campo de prisioneros de guerra de la Primera Guerra Mundial que albergaba a personal alemán capturado en plena campiña inglesa.
La primera vez que se enteró de la existencia del campo fue mientras caminaba por Cannock Chase, en Staffordshire, y encontró tapas de alcantarillas en lo que parecían brezales deshabitados. Intrigado, el autor se puso a investigar el misterio y descubrió que las alcantarillas correspondían a dos campamentos del Ejército -Brocton y Rugeley- que se habían construido para el entrenamiento de soldados durante la Primera Guerra Mundial. Pero también descubrió que el campo de Brocton incluía un campo de prisioneros de guerra autónomo y segregado.
Con la ayuda de una vieja postal, Richard fue capaz de identificar la ubicación exacta y el trazado del añorado campo. Su investigación continuó hasta acumular una enorme cantidad de detalles sobre el campo y la vida de sus prisioneros. Encontró un archivo del comandante del campo, correspondencia de la legación suiza, historias en periódicos, cartas y diarios, y recibió fotografías de personas interesadas. Entre sus hallazgos había una caja con decenas de cartas fascinantes enviadas a casa por un empleado de la administración mientras trabajaba en el campo.
Durante sus investigaciones, Richard también se enteró de intentos de asesinato y fugas (incluido el único fugado que consiguió volver a Alemania), muertes, robos y un escándalo mortal. Las cartas, documentos y diarios revelan cómo afrontaban los prisioneros el encarcelamiento, así como el trato que recibían, tanto por las condiciones del campo como por sus necesidades médicas.
También ha establecido una respuesta definitiva al «mito» de que algunos de los prisioneros colaboraron en la construcción de la maqueta del terreno cercano de Messines. El modelo era una herramienta de entrenamiento posterior a la batalla para instruir a las tropas neozelandesas recién llegadas, que también proporcionaba una explicación visual de cómo habían derrotado a los alemanes en la batalla de Messines en junio de 1917.
El resultado es una visión única de cómo era la vida dentro de un campo de prisioneros de guerra británico durante la Primera Guerra Mundial.
© Book1 Group - todos los derechos reservados.
El contenido de este sitio no se puede copiar o usar, ni en parte ni en su totalidad, sin el permiso escrito del propietario.
Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)