¿Sabías que te querían mucho -y te echaban de menos- incluso antes de que nacieras?
Mamá y papá se sentían muy solos sin tu precioso hijito. Esperaban y rezaban por ti incluso cuando parecía que nunca llegarías. Así que recuerda siempre, pequeño, lo querido y amado que eres. Eres el precioso milagrito de papá y mamá, ¡un regalo de Dios!
Este dulce cuento nos recuerda que las mejores cosas siempre merecen la espera, por muy larga o dura que sea.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)