Post Earth: Searching the Stars for New Life
Corría el año 2168. Los terrícolas, ahora en el espacio, explorando el cosmos en diversas naves espaciales, estaban conmocionados.
¿Su maravilloso planeta había muerto? ¿Todo? No podía ser verdad. Pero lo era. Un cometa asesino había destruido la Tierra.
Ahora buscaban nueva vida en las estrellas.
Estaban bien equipados para la búsqueda. En 2168, había cientos de naves estelares y miles de tanques espaciales, aerodeslizadores y otras naves de apoyo.
La NASA y el Mando Intergaláctico también habían establecido bases, minas y fábricas en muchos planetas. Había otras ventajas, sin duda. Por un lado, gracias a los avances en la investigación con células madre, la esperanza de vida se había alargado enormemente, y luego se había vuelto a alargar, hasta llegar a los 240 años de media.
Pero no todo era color de rosa. Tras 50 años sin encontrar un nuevo planeta capaz de sustentar la vida humana, algunos estaban perdiendo la fe en el Mando Intergaláctico. Había rumores de guerra civil.
Algunos capitanes de naves estelares se habían convertido en piratas. Sin embargo, la esperanza era eterna.
Y había intrigas románticas en marcha, incluso entre la capitana Jennifer Keith, comandante de la nave estelar Ambrosia, y el capitán Thaddeus Wright, comandante de la Aires. Pero el capitán Stanley Rathmell, que destacaba en la guerra de agujeros de gusano -y en las travesuras entretenidas-, tendría algo que decir al respecto.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)