Por qué perdimos la guerra del sexo: la libertad sexual en la era #Metoo

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Título original:

Why We Lost the Sex Wars: Sexual Freedom in the #Metoo Era

Contenido del libro:

Reexaminando la política sexual feminista desde la década de 1970: las rivalidades y las notables alianzas.

Desde que el histórico movimiento #MeToo se materializó en 2017, innumerables supervivientes de agresiones sexuales y conductas inapropiadas han roto su silencio y han denunciado públicamente a sus agresores, desde conocidas celebridades hasta políticos y líderes empresariales de alto perfil. Como era de esperar, los conservadores se opusieron rápidamente a este nuevo movimiento, pero el hecho de que los progresistas "sex positivos" se unieran a la oposición fue inesperado y pocas veces discutido. Por qué perdimos las guerras del sexo explora cómo un estrecho conjunto de perspectivas políticas para resistir el uso del sexo como herramienta de dominación llegó a ser abrazado en esta amplia franja del espectro político en los Estados Unidos contemporáneos.

Para comprender mejor la política sexual actual, Lorna N. Bracewell ofrece una historia revisionista de las "guerras del sexo" de los años setenta, ochenta y noventa. En lugar de centrarse en lo que dividió a las feministas antipornográficas y a las radicales del sexo, Bracewell pone de relieve importantes puntos de contacto y solapamiento entre estas rivales, en particular los mordaces desafíos que ofrecieron a la estrecha y ambivalente política sexual del liberalismo de posguerra. Bracewell aprovecha esta historia recuperada para iluminar de manera fresca y provocativa una serie de fenómenos actuales, incluyendo las recientes controversias sobre las advertencias de activación, la política poco imaginativa del feminismo "sexo-positivo" y el auge del feminismo carcelario. Al poner en primer plano el papel desempeñado por conceptos liberales como la libertad de expresión y la división entre lo público y lo privado, así como las contribuciones durante mucho tiempo olvidadas de las feministas negras y del "Tercer Mundo", Bracewell pone en entredicho gran parte de lo que creemos saber sobre las guerras del sexo y defiende con firmeza la vigencia de estos debates en la actualidad.

Por qué perdimos las guerras del sexo ofrece una historia del pensamiento feminista sobre temas como la pornografía, el trabajo sexual comercial, las identidades LGBTQ+ y el BDSM, así como debates sobre figuras tan notables como Patrick Califia, Alan Dershowitz, Andrea Dworkin, Elena Kagan, Audre Lorde, Catharine MacKinnon, Cherr e Moraga, Robin Morgan, Gayle Rubin, Nadine Strossen, Cass Sunstein y Alice Walker.