POR FERROCARRIL A LOS MUSIC HALLS - Recuerdos de la relación entre el viaje en tren y los viajes a los music halls y teatros de todo el país

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Título original:

BY RAIL TO THE MUSIC HALLS - Recollections of the relationship between rail travel and trips to music halls and theatres across the country

Contenido del libro:

Gary Morecambe escribe: David J. Hindle es un autor e historiador social con un interés particular en el género del music-hall y la historia de los ferrocarriles.

En este su último libro, señala paralelismos entre los orígenes del ferrocarril y el music-hall. Se trata de un concepto original, aunque mucho antes de la era del automóvil, el ferrocarril transportaba al público y a los artistas a los music halls, que evolucionaron hasta convertirse en teatros de variedades. Para ilustrarlo, basta con recordar la experiencia de mi padre: Un viaje en tren de segunda clase entre Birmingham y Coventry en 1940 no es el punto de partida más obvio para el acto doble más querido de la historia de la comedia británica.

La Segunda Guerra Mundial estaba muy avanzada en 1940, pero no para Morecambe y Wise.

Eric Bartholomew, de catorce años, y su mejor amigo Ernie Wiseman viajaban ese día con mi abuela paterna, la madre y mentora de Eric, Sadie Bartholomew. Los adolescentes habían actuado como solistas en una gira de teatro juvenil.

Como de costumbre, los chicos estaban sobreexcitados después de la función e imitaban a Abbot y Costello o a Laurel y Hardy. Sadie, que intentaba dormir, hizo una sugerencia que cambiaría para siempre la historia del mundo del espectáculo. ¿Por qué no dejáis de hacer el tonto y os dedicáis a otra cosa?

¿Por qué no formar tu propio número doble? Durante más de veinte años, Morecambe y Wise aprendieron su oficio en los teatros de variedades británicos, al tiempo que viajaban por todo el país. Cuando, en los años 50/60, las variedades murieron y muchos teatros cerraron definitivamente, se pasaron a los espectáculos televisivos, de los que disfrutaron millones de personas en todo el mundo. La narración, profusamente ilustrada, ofrecerá algo más que un mero placer de lectura.

El entusiasmo y los conocimientos de David sobre la historia del music-hall no tienen límites y, en nomenclatura ferroviaria, doy luz verde a esta publicación».