Poder y posesión en la Revolución Rusa

Título original:

Power and Possession in the Russian Revolution

Contenido del libro:

Una historia que replantea los intentos sin precedentes de los bolcheviques de abolir la propiedad privada tras las revoluciones de 1917.

Las revoluciones de 1917 arrasaron no sólo con la autoridad gobernante de Rusia, sino también con el orden de propiedad sobre el que se sustentaba. La agitación desencadenó olas de desposesión que rápidamente fueron más allá de la incautación de fábricas y granjas a industriales y terratenientes, prevista por los revolucionarios bolcheviques, para penetrar en los cimientos de la vida social: los espacios donde vivía la gente. En Poder y posesión en la Revolución Rusa, Anne O'Donnell reimagina el esfuerzo sin precedentes de los bolcheviques por erradicar la propiedad privada y crear una nueva economía política -el socialismo- para sustituirla.

El relato de O'Donnell capta la historia de la propiedad al revés, mostrando cómo se rompieron los lazos que unían a las personas con sus cosas y cómo surgieron nuevas formas de conocerlas, valorarlas y poseerlas en medio de la efervescencia política y el desorden económico de la Revolución. O'Donnell nos recuerda que la confiscación de bienes en Rusia tras la Revolución, al igual que muchos otros episodios de desposesión masiva del siglo XX, escapó en gran medida a las formas tradicionales de registro. La autora repara esta omisión recurriendo a fuentes que relatan la experiencia vivida durante la agitación -peticiones populares, inspecciones de apartamentos, auditorías internas de las instituciones revolucionarias y registros de la policía política- para reconstruir un archivo de la desposesión. El resultado es una historia inusualmente íntima de los intentos de los bolcheviques por conquistar personas y cosas.

La reimaginación de la propiedad por parte de los bolcheviques no sólo cambió la vida y el destino de la gente, sino que constituyó la base de un nuevo tipo de Estado, que renunció a la defensa de los derechos de propiedad privada en favor de un nuevo dominio duradero pero enigmático: la propiedad estatal socialista.