Poder y paz: La diplomacia de John Foster Dulles

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Título original:

Power and Peace: The Diplomacy of John Foster Dulles

Contenido del libro:

Este estudio revisionista -el primer tratamiento completo de Dulles desde 1973- sostiene que Dulles, trabajando junto a Eisenhower, inauguró la primera era de distensión soviético-estadounidense y ayudó a Ike a conducir a Estados Unidos durante ocho años de paz y prosperidad sin parangón. Frente a los críticos que lo han retratado como la personificación de la mentalidad de la Guerra Fría, Marks defiende que fue eminentemente flexible entre bastidores y todo lo pragmático que era posible durante un periodo de macartismo rampante.

La reputación de John Foster Dulles entre los historiadores diplomáticos ha estado en horas bajas durante muchos años. El hecho de que sólo ahora empiece a mostrar signos de recuperación resulta sorprendente si se tiene en cuenta que su modus operandi, unido a un estilo público que ocultaba tanto como revelaba, le permitió ganarse el respeto de cientos de funcionarios extranjeros, incluidos los de la URSS. La agudeza de una mente extraordinariamente sutil y compleja le permitió conducir a Estados Unidos durante ocho años de paz y prosperidad sin parangón. Sin embargo, la estrategia y las tácticas que se esconden tras semejante récord han pasado desapercibidas, especialmente en el mundo académico, donde sigue siendo objeto de diversos grados de caricatura. Desde 1973 no se ha realizado ningún estudio exhaustivo sobre Dulles como Secretario de Estado, a pesar de que entretanto se ha ido disponiendo de un flujo constante de nuevo material.

Power and Peace ofrece el primer análisis global del plan operativo de Dulles. También es único por el tipo de vinculación que se descubre entre diferentes cuestiones en distintas partes del mundo. Además, basándose en una investigación que destaca tanto por su amplitud como por su profundidad en áreas clave, diferencia a Dulles de Eisenhower, demostrando que, en contra de la sabiduría convencional, fue el primero quien tomó generalmente la iniciativa en cuestiones políticas. Indica que Dulles era capaz de posicionarse firmemente a favor de la no intervención y que, por tanto, no era más halcón que Ike. También desvela importantes diferencias de opinión que separaban al secretario de su jefe. El profesor Marks presenta algunos de los episodios más cruciales bajo una luz totalmente nueva: por ejemplo, la crisis de Dien Bien Phu, la unión europea occidental, la intervención en Guatemala y la indispensable labor de Dulles en favor de la libertad austriaca, labor que todavía no ha recibido ni siquiera un mínimo reconocimiento. Por último, Marks explora el lado intelectual del secretario, algo una vez más descuidado pero no por ello menos esencial, ya que Dulles, de todos los estadistas estadounidenses junto a John Quincy Adams, era un pensador.

En pocas palabras, Marks defiende que, lejos de ser la personificación de la mentalidad de la Guerra Fría, como se le describe a menudo por su retórica, Dulles fue eminentemente flexible entre bastidores y todo lo pragmático que se podía ser en una época de McCarthyismo desenfrenado. Trabajando junto a Eisenhower, inauguró la primera era de distensión soviético-estadounidense: y es bajo esta luz, sostiene Marks, como mejor se entiende a Dulles, y como más merece ser recordado.