Puntuación:
El libro «Power Ambition Glory» de Steve Forbes y John Prevas explora las lecciones de liderazgo de los líderes de la antigüedad y establece paralelismos con el liderazgo empresarial moderno. Aporta valiosas ideas sobre los retos morales del liderazgo, la naturaleza corruptora del poder y las estrategias para una gestión eficaz.
Ventajas:El libro es muy apreciado por su atractiva narración, sus perspicaces comparaciones entre líderes antiguos y modernos y su énfasis en el liderazgo ético. Los lectores lo encontraron informativo, esclarecedor y útil para comprender la dinámica del liderazgo tanto histórico como contemporáneo. Muchos apreciaron la exhaustiva investigación y la capacidad de captar la esencia de los retos del liderazgo a lo largo del tiempo.
Desventajas:Algunos lectores sintieron una laguna en su conocimiento de los líderes modernos mencionados en el libro, lo que hizo que ciertas secciones fueran menos cercanas. También se mencionaron problemas menores, como la recepción de un ejemplar no autografiado a pesar de haberlo pedido autografiado.
(basado en 38 opiniones de lectores)
Power Ambition Glory: The Stunning Parallels Between Great Leaders of the Ancient World and Today... and the Lessons You Can Learn
Basado en una extraordinaria colaboración entre Steve Forbes, presidente, consejero delegado y redactor jefe de Forbes Media, y el profesor de clásicas John Prevas, Poder Ambición Gloria ofrece intrigantes comparaciones entre seis grandes líderes del mundo antiguo y los líderes empresariales contemporáneos.
- Los grandes líderes no sólo tienen una visión, sino que saben construir estructuras para llevarla a cabo. Ciro el Grande lo hizo al crear un imperio basado en la tolerancia y la inclusión, un enfoque muy poco habitual en su época o en cualquier otra. Jack Welch y John Chambers construyeron sus imperios empresariales con un enfoque similar y, al igual que Ciro, siguen siendo la excepción y no la regla.
- Los grandes líderes saben cómo crear consenso y motivar haciendo lo que es correcto y no lo que redunda en su propio interés. Jenofonte dejó de lado el beneficio personal para sacar a sus compatriotas griegos de una situación peligrosa en Persia, algo muy parecido a lo que hicieron Lou Gerstner y Anne Mulcahy para rescatar a IBM y Xerox.
- El carácter es importante en el liderazgo. Alejandro Magno tenía unas dotes de liderazgo excepcionales que le permitieron conquistar la mitad oriental del mundo antiguo, pero acabó destruido por su incapacidad para gestionar su fenomenal éxito. El mundo empresarial está lleno de ejemplos similares, como el del ahora encarcelado Dennis Kozlowski, que, exultante de éxito al frente de su imperio, se vio abocado a la autodestrucción por culpa de un ego fuera de control.
- Un gran líder es aquel que desafía la sabiduría convencional del momento y es capaz de pensar de forma innovadora para llevar a cabo hazañas asombrosas. Aníbal hizo algo que nadie en el mundo antiguo creía posible: cruzó los Alpes en invierno para desafiar a Roma por el control del mundo antiguo. Esa misma forma innovadora de pensar permitió a Serge Brin y Larry Page, de Google, desafiar y vencer a dos formidables competidores, Microsoft y Yahoo.
- Un líder debe tener ambición para triunfar, y Julio César tenía mucha. Puso a Roma en la senda del imperio, pero su éxito le hizo creerse un dios viviente y le cegó ante los peligros que acabaron con él. Los paralelismos con los líderes empresariales y los maestros del universo de Wall Street son numerosos, pero ninguno más destacado que el de Hank Greenberg, que construyó el imperio asegurador AIG sólo para ser abatido en la cima de su éxito por los puñales corporativos de sus directivos.
- Y, por último, el liderazgo consiste en mantener una perspectiva sana y modesta ante el éxito y seguir centrándose en los aspectos fundamentales, en las tuercas y los tornillos que hacen que una organización funcione día tras día. Augusto salvó a Roma de la disolución tras el asesinato de Julio César y la gobernó durante más de cuarenta años, llevando al imperio a la cima de su poder. Lo que le hizo triunfar fue la humildad personal, la atención a los detalles mundanos de la construcción y el mantenimiento de una infraestructura y la comprensión de los límites. Augusto encauzó a Roma por una senda de prosperidad y estabilidad que duró siglos, del mismo modo que Alfred Sloan, utilizando muchos de los mismos planteamientos, convirtió a GM en el leviatán que hasta hace poco dominaba el negocio del automóvil.
De la edición en tapa dura.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)