Pierre Bourdieu: El último mosquetero de la Revolución Francesa

Título original:

Pierre Bourdieu: The Last Musketeer of the French Revolution

Contenido del libro:

Pierre Bourdieu: El último mosquetero de la Revolución Francesa sostiene que Bourdieu se nombró a sí mismo representante del pueblo francés y actuó como su Asamblea Nacional.

En calidad de tal, se puso a trabajar con la carta del preámbulo deLa Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano para recordar a los miembros del cuerpo social sus derechos y obligaciones; vigilar los poderes legislativo y ejecutivo y compararlos con los propósitos republicanos de los programas políticos y sociales ideales decretados por los revolucionarios de 1789; y, en general, mantener los postulados de la Constitución francesa. En ese sentido, como d'Artagnan en Los tres mosqueteros de Dumas, Bourdieu asumió la tarea de ser el luchador por la verdadera Francia, es decir, el guardián de la tradición republicana de la Revolución Francesa.

De hecho, toda la obra de Bourdieu está motivada por la promesa fallida de la Revolución Francesa y por la desaparición de sus ideales más nobles. Sus apasionados análisis -de la estratificación educativa, la producción y el consumo culturales, las relaciones de género, la estructura social de la economía y los efectos de la globalización- siempre se llevaron a cabo teniendo presente el referente moral de la Revolución. En efecto, Bourdieu estaba apasionadamente ligado a los valores de la Revolución Francesa, en particular a la libertad y la meritocracia, a la igualdad social y a la democratización y universalización del gobierno.

Pero dondequiera que miraba, veía esos valores traicionados por las mismas personas que abogaban por su aplicación y por los organismos gubernamentales que se habían creado para garantizar su eficacia. Comprometido con los valores de la Declaración, se sintió constantemente frustrado por las traiciones de la Quinta República a la universalización.