Puntuación:
El libro ofrece una exploración única y provocativa del contexto histórico que rodea la vida de un joven implicado en el comercio sexual durante la fiebre del oro de California. Mezcla la realidad con la ficción, ofreciendo una narración inquietante pero atractiva sobre el amor, las dificultades y la supervivencia. Aunque la historia ha recibido elogios por su trama atractiva y compleja, también ha sido criticada por su contenido gráfico y numerosos problemas técnicos.
Ventajas:⬤ Atractiva historia que invita a la reflexión y explora temas complejos sobre el amor y la supervivencia.
⬤ Personajes bien desarrollados y una rica descripción del contexto histórico.
⬤ El final se considera satisfactorio y esperanzador.
⬤ Algunos lectores aprecian la perspectiva única sobre un tema históricamente ignorado.
⬤ Profundidad emocional, que evoca una amplia gama de sentimientos.
⬤ Representaciones gráficas de sexo, incluidos actos no consentidos, que pueden molestar a algunos lectores.
⬤ Numerosas imprecisiones gramaticales, de puntuación y fácticas que desvirtúan la experiencia de lectura.
⬤ Ritmo lento en algunas partes, sobre todo al principio.
⬤ Algunos lectores encontraron poco realista y preocupante el retrato del interés de los hombres adultos por los chicos.
⬤ Opiniones encontradas sobre la calidad de la escritura, que algunos describieron como rígida o mal ejecutada.
(basado en 86 opiniones de lectores)
Durante los primeros días de la Fiebre del Oro de California se permitieron muchas formas de vida poco ortodoxas. Las exigencias de la época y la gran afluencia de razas forzaron la tolerancia.
San Francisco se hizo famosa por su anarquía, sus casinos de juego y sus burdeles y madamas. La Costa Berberisca pasó a formar parte de la historia de California y del patrimonio de San Francisco. La Costa Berberisca era una zona cercana al paseo marítimo casi imposible de controlar para los agentes de la ley.
Quienes regentaban establecimientos allí se negaban a acatar la ley y el orden que poco a poco se iba imponiendo en otras zonas de la ciudad.
En la costa de Berbería se podía comprar cualquier vicio. Allí también, un vicio poco conocido y vigilado con gran secretismo eran las casas de prostitución masculina.
Algunas de las operaciones más clandestinas ofrecían chicos jóvenes. La mayoría de estos chicos no tenían más medios de supervivencia que su ingenio y su cuerpo. Conocidos como "peg-houses", estos lugares ofrecían chicos de entre siete y diecisiete años a quienes podían pagar precios extraordinarios.
Estas casas solían estar regentadas por hombres sin escrúpulos y despiadados que suministraban drogas a los chicos, encadenándolos así por sus adicciones. Éstos podían convertirse en adictos sin remedio, incapaces de funcionar como otra cosa que esclavos serviles a sus amos. Un comercio internacional de esclavos abastecía a estas casas de chicos que eran seducidos o secuestrados en todo el mundo.
Las casas de palos eran habituales en Oriente. La costumbre llegó a Occidente de la mano de marineros aficionados a estos placeres.
Los muchachos eran adiestrados para servir a los clientes agrandándoles el ano con clavijas de madera cada vez más grandes. Se les ofrecía la posibilidad de elegir sentados en taburetes en cuya parte inferior sobresalía la clavija del tamaño adecuado para indicar el tamaño del pene que cada chico había sido entrenado para acomodar. Esta es la historia de Santiago Cali, uno de esos niños.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)