Pasar la noche

Título original:

Staying The Night

Contenido del libro:

En Staying the Night, el primer poemario de Ilene Rudman, encontramos una mirada tierna y empática. Pero también maravillosamente capaz de una ira y una ironía feroces, a menudo desplegadas en aventurados experimentos de forma y fondo. En un conmovedor cuadro en el que un "gato ronroneante se sienta sobre el pecho inmóvil de mi hermana..." somos testigos de esta aguda ternura. Para que esto no se convierta en algo sentimental -y no sólo en una cariñosa última mirada-, el poeta revela que el gato acaba de alertar a la familia de la muerte, como un silencioso pregonero nocturno. A su vez, puede protestar contra la crueldad casi con suavidad, como en su amor por una alpaca con "cuello Modigliani", sólo para descubrir que el animal puede ser nueva carne para entendidos. Pero nada suave, la "Dieta de Darfur" utiliza la ironía para presentar el hambre en todo su horror. En otro poema de protesta, la voz entrecortada de un testigo en La Haya, con inflexiones torturadas, es estremecedora y creíble: sabemos que Rudman ha investigado. ¿Y quién se acuerda del humor en los poemas contemporáneos? En un poema sobre una niña judía que prueba la salchicha de cerdo y le encanta, en un avión sobre un mundo con demasiadas prohibiciones, la Sra. Rudman divierte e instruye también. Además, teje un cuento de hadas contemporáneo con un "conejo fantasma" que se enfrenta a todo lo difícil. Pero si el dueño del conejo no obedece, la criatura gritará su " terrible grito de conejo". En esencia, este libro muestra una calidad tonal expansiva.

Cuando no hay ganas de reír, hay lugares donde las lágrimas pueden aparecer, especialmente durante una pandemia, cuando todos necesitamos ese conejo y la visión humorística de este escritor sobre nuestro extraño mundo.

Suzanne E. Berger, autora de Mujer horizontal (Houghton Mifflin)

Estos son poemas íntimos con los muchos tipos de noches que vivimos. Algunas noches nos bendicen con amor, buenos sueños y descanso. Otras traen pesadillas, preocupaciones y las cavilaciones en las que uno vaga por la memoria, preguntándose qué estuvo bien y qué salió mal. También está el tipo de noche que uno pasa con un ser querido que se está muriendo. Y a veces la noche dada puede llegar a un amanecer literal o metafórico que nos recuerda que la vida y el amor vuelven a empezar. Puede que la luz que tenemos no sea todo lo que queremos o necesitamos, pero como escribe Ilene Rudman en estos poemas sabios, conmovedores y bellamente elaborados, es "suficiente para seguir adelante".

-Fred Marchant, autor de Said Not Said (Graywolf Press)