Parte de la manada: Mi vida entre los grandes felinos de África

Opiniones de los lectores

El libro «Parte de la manada: Mi vida entre los grandes felinos», de Kevin Richardson, es un relato convincente y sincero de las experiencias del autor con leones y otros animales. Explora su inusual vínculo con estos depredadores, su trayectoria en la conservación de los animales y su amor por la vida salvaje. Aunque inspira mucho a los lectores y aporta valiosas ideas sobre las relaciones entre especies, también recibe críticas por su estilo de escritura y algunas incoherencias.

El libro es elogiado por su cautivadora narración, sus bellas fotografías de leones y otros animales, y la auténtica pasión de Richardson por la conservación y el bienestar animal. Muchos lectores lo encuentran atractivo y sincero, conectando con sus experiencias vitales y las relaciones únicas que establece con la fauna salvaje. Sirve como material educativo sobre el comportamiento de los leones y los retos de la conservación.

Los críticos señalan problemas con la calidad de la escritura, mencionando pasajes incómodos, errores de continuidad y falta de pulido profesional. Algunos lectores consideran que a veces la narración parece más una transcripción que un relato bien elaborado. También se menciona que el libro contiene un lenguaje fuerte, que puede no ser adecuado para todos los públicos. Además, algunos lectores experimentados esperaban una visión más detallada de técnicas de entrenamiento específicas.

(basado en 211 opiniones de lectores)

Título original:

Part of the Pride: My Life Among the Big Cats of Africa

Contenido del libro:

En «Parte de la manada», Kevin Richardson, apodado recientemente «El hombre león» en el programa 60 Minutes, cuenta la historia de cómo pasó de ser un niño que amaba a los animales a convertirse en un hombre capaz de cruzar la línea divisoria entre los humanos y los depredadores, mirando directamente a los ojos a algunos de los animales más peligrosos del mundo, jugando con ellos e incluso besándoles en la nariz, todo ello sin haber sido atacado ni herido nunca. Como autodidacta del comportamiento animal, Richardson ha infringido todas las normas de seguridad conocidas por los humanos al trabajar con estos animales salvajes.

Desoyendo la idea errónea de que romper el espíritu de un animal con palos y cadenas es la mejor manera de someterlo, utiliza el amor, la comprensión y la confianza para desarrollar vínculos personales con ellos. Su método único de conocer sus personalidades individuales, lo que hace que cada uno de ellos se enfade, se alegre, se moleste o se irrite, ha hecho que lo acepten como a uno de los suyos en su redil.

Richardson da protagonismo a las historias de los animales y habla a los lectores de Napoleón y Tau, a los que llama sus «hermanos»; de la asombrosa Meg, una leona a la que Richardson enseñó a nadar; del feroz Tsavo, que le atacó salvajemente; y de la desgarradora hiena Homer, que no llegó a cumplir un año. En «Parte de la manada», Richardson, junto con el novelista Tony Park, se adentra en la mente de los grandes felinos y en su mundo para mostrar a los lectores una forma diferente de entender a los peligrosos grandes felinos de África.