Paperboy: Confesiones de un ingeniero del futuro

Opiniones de los lectores

Paperboy», de Henry Petroski, es un libro de memorias que resuena entre los lectores familiarizados con la educación del autor en Cambria Heights, Queens, durante la década de 1950. Aunque conecta profundamente con quienes comparten un pasado similar, algunas reseñas indican que el contenido puede resultar deslucido o lento en ocasiones. En general, provoca reflexiones nostálgicas y ofrece una visión de la vida del autor en su transición de repartidor de periódicos a ingeniero.

Muchos lectores apreciaron las anécdotas, el estilo ameno y las reflexiones nostálgicas sobre la infancia. El libro ha sido elogiado por sus reflexiones sobre una época pasada y su exploración de las experiencias de la infancia, especialmente para quienes proceden de entornos similares. También destaca la curiosidad del autor y su evolución hasta convertirse en ingeniero, algo que resonó en muchos lectores.

Para algunos, el ritmo es lento y el contenido carece de profundidad en comparación con otras obras de Petroski. Algunas críticas señalan que podría no resultar atractivo para lectores ajenos al grupo demográfico específico del autor, lo que sugiere un mercado limitado para un público más amplio.

(basado en 15 opiniones de lectores)

Título original:

Paperboy: Confessions of a Future Engineer

Contenido del libro:

Cualquiera que se pregunte qué tipo de experiencia le prepara a uno para un futuro como ingeniero puede sorprenderse al saber que incluye repartir periódicos. Pero cuando Henry Petroski relata su juventud en el Queens neoyorquino de los años 50 -un barrio de partidos de balonmano y calles inexplicablemente numeradas-, muestra de forma cautivadora cómo su trabajo extraescolar equivalía a un curso preparatorio de ingeniería práctica.

El periódico de Petroksi era The Long Island Press, cuyos titulares iban desde COP SAVES OLD WOMAN FROM THUG hasta DiMAG SAYS BUMS CAN'T WIN SERIES. Doblarlo en un tubo adecuado para lanzarlo era un ejercicio de geometría post-euclidiana. Mantener una Schwinn revelaba volúmenes sobre mecánica.

Leyendo Paperboy, también aprendemos sobre los rituales de novatadas de sus homónimos, la estética de los electrodomésticos de cocina y el delicado arte del penny-pitching. Con gratificantes reflexiones sobre estas y otras lecciones de una época pasada -lecciones sobre la diligencia, el trabajo y el sentido de comunidad-, Paperboy es una pieza de Americana para atesorar y releer.