Puntuación:
Paleofantasy, de Marlene Zuk, critica los conceptos erróneos asociados a la dieta «paleo» y explora temas de la evolución humana, haciendo hincapié en que la evolución es un proceso continuo y adaptable. El libro presenta conocimientos científicos con un estilo atractivo, al tiempo que cuestiona las creencias populares sobre nuestros estilos de vida ancestrales.
Ventajas:El libro está bien escrito, es atractivo y accesible tanto para científicos como para lectores en general. Zuk desmonta con eficacia los mitos que rodean a la dieta paleo utilizando pruebas científicas sólidas y ejemplos de biología evolutiva. Muchos lectores aprecian su tono humorístico y la profundidad de la investigación, que consideran informativa y educativa.
Desventajas:Los críticos señalan que el libro a veces simplifica en exceso o tergiversa las creencias de la comunidad paleo, basándose en ejemplos escogidos de debates en línea. Algunos opinan que la crítica de Zuk puede ser demasiado sarcástica y despectiva, lo que aleja a algunos lectores. Además, algunos críticos desearían una exploración más profunda de la paleobiología en lugar de centrarse en desacreditar los mitos de la dieta paleo.
(basado en 88 opiniones de lectores)
Paleofantasy: What Evolution Really Tells Us about Sex, Diet, and How We Live
Evolucionamos para comer bayas en vez de panecillos, para vivir en chozas de barro en vez de en condominios, para correr descalzos en vez de jugar al fútbol... ¿o no? ¿Están nuestros cuerpos y cerebros realmente reñidos con la vida moderna? Aunque pueda parecer que apenas hemos tenido tiempo de desprendernos de nuestro legado de cazadores-recolectores, la bióloga Marlene Zuk revela que la historia no es tan sencilla. Las teorías populares sobre cómo vivían nuestros antepasados -y por qué deberíamos emularlos- se basan a menudo en especulaciones, no en pruebas científicas.
Armado con un ingenio afilado y una investigación brillante y reveladora, Zuk nos lleva a la vanguardia de la biología para demostrar que la evolución puede trabajar mucho más rápido de lo que se pensaba, lo que significa que no somos biológicamente iguales a nuestros antepasados cavernícolas. Contrariamente a lo que nos quieren hacer creer las revistas de moda, no nos gustan las patatas fritas porque crujen igual que los insectos que comían nuestros antepasados. Y las mujeres no se lanzan a comprar zapatos porque sus antepasadas prehistóricas recolectaran recursos para sus clanes. Zuk argumenta de forma convincente que estas creencias suponen erróneamente que estamos estancados, que hemos terminado de evolucionar, y que así ha sido durante decenas de miles de años. Se basa en pruebas fascinantes que examinan desde la capacidad de los adultos para beber leche hasta la textura de la cera de nuestros oídos para demostrar que, en realidad, nunca hemos dejado de evolucionar. Nuestras nostálgicas visiones de un pasado evolutivo ideal en el que comíamos, vivíamos y nos reproducíamos como "debíamos" no reconocen que nunca estuvimos perfectamente adaptados a nuestro entorno. La evolución consiste en el cambio, y todo organismo está lleno de compensaciones.
Desde desacreditar la dieta del hombre de las cavernas hasta desentrañar los estereotipos de género, Zuk ofrece un apasionante análisis de las paleofantasías más extendidas y de las pruebas científicas que las desmienten, al tiempo que amplía nuestra comprensión de nuestros orígenes y de lo que realmente pueden decirnos sobre nuestro presente y nuestro futuro.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)