Paisajes de templos: Fragilidad, cambio y resiliencia de los entornos del Holoceno en las Islas Maltesas

Título original:

Temple Landscapes: Fragility, Change and Resilience of Holocene Environments in the Maltese Islands

Contenido del libro:

El proyecto FRAGSUS (Fragilidad y sostenibilidad en entornos de islas pequeñas: adaptación, cambio cultural y colapso en la prehistoria, 2013-18), financiado por el ERC y dirigido por Caroline Malone (Queens University Belfast), ha explorado cuestiones de fragilidad medioambiental y resiliencia y sostenibilidad social neolíticas durante el Holoceno en las islas maltesas.

Éste, el primer volumen de tres, presenta la historia paleoambiental de los primeros paisajes malteses. El proyecto empleó un programa de investigaciones cronológicas y estratigráficas de alta resolución de los sistemas de valles de Malta y Gozo. Los depósitos enterrados extraídos mediante sondeos y estudios geoarqueológicos arrojaron datos ricos y cronológicamente controlados que permiten una nueva e importante comprensión del cambio medioambiental en las islas. El estudio combinó cronologías de radiocarbono AMS y OSL con detallados análisis palinológicos, de moluscos y geoarqueológicos. Éstos permiten la reconstrucción medioambiental de los paisajes prehistóricos y de los cambiantes recursos explotados por los isleños entre el séptimo y el segundo milenio a.C. Los estudios interdisciplinarios, combinados con los materiales económicos y medioambientales excavados en los yacimientos arqueológicos, permiten a Paisajes del Temple examinar el impacto dramático y perjudicial que las primeras comunidades agrícolas ejercieron sobre el suelo y los recursos de las islas. El proyecto revela la notable resistencia del sistema suelo-vegetación de los paisajes insulares, así como las adaptaciones realizadas por las comunidades neolíticas para aprovechar su productividad, frente al cambio climático y la inexorable erosión del suelo. Evidentemente, los pueblos neolíticos comprendieron cómo mantener la fertilidad del suelo y hacer frente a los paisajes cambiantes de Malta, inherentemente inestables.

Por el contrario, las sociedades de la Edad del Bronce del segundo milenio a.C. no consiguieron adaptarse eficazmente a la tendencia a la aridificación a largo plazo tan claramente señalada en el registro del suelo y la vegetación. Este fracaso dio lugar a una erosión grave e irreversible y a sistemas socioeconómicos muy diferentes y efímeros en todas las islas maltesas.