Orgullo, no prejuicio: La identidad nacional como fuerza pacificadora en Asia Oriental

Título original:

Pride, Not Prejudice: National Identity as a Pacifying Force in East Asia

Contenido del libro:

Como demuestran la relación de China con Japón y la de Japón con Corea del Sur, ni siquiera las crecientes interdependencias económicas regionales bastan para superar los amargos recuerdos de guerras, invasiones y períodos de dominación colonial. Aunque se han hecho esfuerzos para mitigar la animosidad histórica, pocos han tenido éxito en el noreste asiático.

En investigaciones anteriores, los estudiosos preveían una mejora de las relaciones a través de una mayor interdependencia económica o un mayor contacto social. Sin embargo, en términos económicos, Japón y China ya comercian intensamente: Japón se ha convertido en el mayor socio comercial de China y China en el segundo mayor socio comercial de Japón. El contacto social ya es intenso, pues millones de chinos, coreanos y japoneses visitan anualmente el país del otro como estudiantes, turistas y en viajes de negocios.

Pero estos acontecimientos no han aliviado la desconfianza internacional y la percepción negativa, ni han resuelto el desacuerdo sobre lo que constituye una "reparación adecuada" en relación con la dolorosa historia de ambos países. Tras observar los choques de nacionalismos fuertes en todo el mundo en zonas como el noreste asiático, numerosos estudios han sugerido que sólo es probable que las relaciones sean más pacíficas si los países sumergen o disimulan las identidades nacionales existentes promoviendo el universalismo.

Orgullo, no prejuicio sostiene, por el contrario, que la afirmación de las identidades nacionales puede ser una forma más eficaz de construir la cooperación internacional. Si cada población nacional reflexiona sobre los valores de su identidad nacional, la confianza y la percepción positiva pueden aumentar entre los países. Esta idea es coherente con el fundamento teórico de que quienes tienen un sentido claro, seguro y contenido de sí mismos, a su vez, pueden ser más abiertos, ecuánimes y menos defensivos con los demás.

Además, esta menor actitud defensiva también favorece la admisión de culpa por parte de los "infligidores" de conflictos y colonialismo en el pasado. Eunbin Chung toma prestada la teoría psicológica social de la autoafirmación y la aplica a un contexto internacional para argumentar que la afirmación de una identidad nacional, o la reflexión sobre lo que significa formar parte del propio país, puede aumentar la confianza, el reconocimiento de la culpa y la percepción positiva entre países.