Orden social/trastorno mental: La psiquiatría angloamericana en perspectiva histórica

Título original:

Social Order/Mental Disorder: Anglo-American Psychiatry in Historical Perspective

Contenido del libro:

Orden social/trastorno mental representa una exploración provocativa y apasionante de la respuesta social a la locura en Inglaterra y Estados Unidos desde el siglo XVIII hasta el XX. Scull, conocido por sus trabajos anteriores en este campo, examina una serie de cuestiones, como los cambiantes significados sociales de la locura, la aparición y consolidación de la profesión psiquiátrica, la relación a menudo problemática entre la psiquiatría y la ley, los vínculos entre el sexo y la locura, y la constitución, el carácter y el colapso del manicomio como nuestra respuesta estándar a los problemas planteados por el trastorno mental.

Este libro no forma parte de la venerable tradición hagiográfica que ha celebrado la historia de la psiquiatría como una larga lucha en la que la aplicación constante de principios científicos racionales ha producido pruebas irregulares pero inequívocas de progreso hacia tratamientos humanos para los enfermos mentales. De hecho, Scull sostiene que los hospitales psiquiátricos tradicionales, durante gran parte de su existencia, se asemejaron a cementerios para los que aún respiran, ya que la arrogancia médica sirvió en ocasiones para autorizar experimentos peligrosos, mutilantes e incluso potencialmente mortales con las almas muertas confinadas en ellos. Scull argumenta que sólo los ciegos sociológicos negarían que los psiquiatras están profundamente implicados en la definición e identificación de lo que constituye la locura en nuestro mundo, por lo que las afirmaciones de que la enfermedad mental es una categoría puramente naturalista, de alguna manera desprovista de contaminación por lo social, se consideran patentemente absurdas.

Scull señala, sin embargo, que el compromiso de examinar la psiquiatría y sus servicios con una mirada crítica no implica en absoluto la idea romántica de que los problemas de los que se ocupa son pura invención de la mente profesional, ni la noción maniquea de que todas las intervenciones psiquiátricas son malévolas y están mal concebidas. Es la tarea de la crítica no romántica lo que se intenta en este libro.