Operación Aérea - El segundo milagro de Churchill

Título original:

Operation Aerial - Churchill'S Second Miracle of Deliverance

Contenido del libro:

Dunkerque resuena en la historia británica. El "milagro de la liberación", como describió el Primer Ministro Winston Churchill la evacuación de casi 340.000 soldados del pequeño puerto francés, marca en la mente de la mayoría de la gente el final de la participación británica en Francia en 1940.

Dunkerque cayó finalmente ante el avance de las fuerzas alemanas, pero no fue ni mucho menos el final de la historia. Decenas de miles de soldados y civiles británicos seguían en Francia. A finales de junio, otras 250.000 personas habían regresado al Reino Unido.

Esta es la historia de ese segundo milagro de liberación que nunca se ha contado del todo.

La Operación Aérea fue un audaz plan para traer de vuelta a casa a las dispares unidades de la BEF que habían quedado aisladas al sur del río Somme o cerca de la Línea Maginot ante el avance de los alemanes -y en particular de los tanques de Rommel- en mayo y principios de junio de 1940. Esta evacuación también iba a incluir a miles de ciudadanos británicos que se encontraban atrapados en Francia y a los que se les había dado poca orientación más allá de las instrucciones de dirigirse a los puertos de la costa oeste. Dunkerque había sido una evacuación militar y no se había atendido a los civiles.

La Royal Navy, apoyada por una flota de buques mercantes, recorrió la costa occidental de Francia tratando de mantenerse un paso por delante de los alemanes. A medida que se capturaba un puerto, se avanzaba por la costa hacia el siguiente, desde Cherburgo, a St Malo, a Brest, a Saint-Nazaire, a Lorient, a La Rochelle, a Burdeos, a Bayona y finalmente a Saint-Jean-de-Luz.

La Operación Aérea es casi desconocida junto a la Operación Dinamo, en parte porque no tiene el romanticismo de los buques pequeños, pero también debido a las controversias, los desastres y las acusaciones de encubrimiento.

En medio de estas controversias hay historias de increíble ingenio, simple valor y notable heroísmo, apuntaladas por una organización y un mando en gran medida excelentes.

Están las enfermeras a bordo de los barcos hospitales que regresaron una y otra vez a pesar de ser atacadas, los equipos de demolición que se quedaron hasta que los alemanes les respiraban en la nuca y aprovecharon su oportunidad a la hora de ser evacuados, y los muchos soldados rasos y civiles que lucharon en medio del caos, la confusión y la desintegración de Francia para volver a casa y poder continuar la batalla contra Hitler.

Ya es hora de que se cuente esa historia.