Puntuación:
El libro «Our Lady of Hot Messes», de Leticia Ochoa Adams, es un libro de memorias sincero que aborda temas como la fe, los traumas y el crecimiento personal. Aunque muchos lectores alaban su honestidad y su estilo de escritura, algunos critican sus problemas gramaticales y su flujo inconexo.
Ventajas:⬤ Fácil de leer y cercano; parece una conversación con un amigo.
⬤ Ofrece una visión profunda de la fe y de las luchas personales.
⬤ Fomenta la autorreflexión y el crecimiento espiritual.
⬤ Inspirador y conmovedor, especialmente para quienes se enfrentan a sus propios retos.
⬤ Aborda temas difíciles con honestidad, incluyendo el trauma y el dolor.
⬤ Problemas gramaticales y de puntuación que algunos lectores encontraron molestos.
⬤ Una estructura narrativa desordenada que puede confundir a algunos lectores.
⬤ Algunos pasajes pueden no ser del agrado de todo el mundo y pueden ser desencadenantes debido a temas espinosos.
⬤ Algunos críticos perciben inmadurez en el estilo de escritura.
(basado en 25 opiniones de lectores)
Our Lady of Hot Messes: Getting Real with God in Dive Bars and Confessionals
Leticia Ochoa Adams conoció a Jesús en un bar de mala muerte cuando tenía dieciocho años.
En realidad no conoció a Jesús, pero fue allí donde vio por primera vez la santidad en acción. Los clientes habituales del bar le enseñaron la importancia de la comunidad, de ser honesto sobre quién es uno mismo, de no rendirse ante la gente y de cómo reír, incluso cuando ocurren cosas horribles.
En Our Lady of Hot Messes, Ochoa Adams cuenta la historia de su redención. A veces divertida y a veces desgarradora, pero siempre descarnada e inquebrantablemente honesta, su historia muestra que no importa con lo que estés lidiando, Dios quiere que confíes en su amor.
Tejana, hija de madre soltera -un ciclo que repetiría en su propia vida-, Ochoa Adams sufrió abusos sexuales de niña. Se casó tras un noviazgo de dos semanas y, ocho años después, se divorció de su marido, que luchaba contra la drogadicción. Entre medias sufrió un aborto espontáneo tardío y tuvo tres hijos más consecutivos.
Siempre pensó que una vida de ensueño significaba tener una casa grande, hijos, mucho dinero y coches nuevos. Como aún no había descifrado el código del sueño americano, "recurrí a la persona a la que recurren todas las mujeres americanas cuando buscan una forma de mejorar su vida: Oprah": Oprah".
Ver a la reina de las tertulias diurnas ayudó a Ochoa Adams a poner nombre a lo que le ocurrió de niña. Pero seguía buscando algo más. Ochoa Adams fue bautizada como católica, pero durante su infancia asistió a una iglesia baptista de un pequeño pueblo. Cuando volvió al catolicismo a los treinta y tres años para casarse con su segundo marido, Ochoa Adams estaba convencida de que los católicos tenían todas las respuestas a las preguntas más difíciles de la vida. Pero pronto aprendió que hacerse católica no significaba que pudiera borrar sus malas decisiones y su difícil pasado. Y justo cuando pensaba que estaba recuperando su vida, su hijo Anthony se suicidó.
Dios, la terapia y sacerdotes compasivos la ayudaron a afrontar su dolor y a curar sus heridas. Quiere que te veas reflejado en sus errores, que aprendas de ellos y que te des cuenta con ella de que, incluso cuando hemos puesto nuestra confianza en Dios -aunque sea a regañadientes-, aún tenemos que hacer el duro trabajo de convertirnos en la persona que Dios quiere que seamos.
"Sigo cometiendo errores", dice, "pero intento no vivir como un desastre aunque las cosas a mi alrededor estén desordenadas".
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)