Normas de obscenidad: Roth contra Estados Unidos y la larga lucha por la expresión sexual

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Título original:

Obscenity Rules: Roth v. United States and the Long Struggle Over Sexual Expression

Contenido del libro:

Para algunos, era "el principal rey de la obscenidad de Estados Unidos", llevado ante los tribunales en repetidas ocasiones a lo largo de treinta años por vender publicaciones obscenas por correo. Pero cuando Samuel Roth recurrió una condena de 1956, obligó al Tribunal Supremo a enfrentarse por fin a un problema que había asolado tanto a la sociedad estadounidense como al derecho constitucional durante más tiempo del que él llevaba en el negocio. Aunque los hechos del caso Roth contra Estados Unidos no fueron excepcionales, sus cuestiones constitucionales definirían la relación de la obscenidad con la Primera Enmienda.

La decisión por 6-3 del Tribunal Supremo en el caso Roth intentó por primera vez pronunciarse definitivamente sobre la cuestión de la obscenidad en la vida y el derecho estadounidenses, y fracasó. En este primer examen del caso en forma de libro, Whitney Strub expone la historia del significado de la obscenidad como concepto jurídico, destaca la influencia de los cruzados contra la obscenidad como Anthony Comstock y John Sumner, y relata la oscura carrera que llevó a Roth a pasar casi una década de su vida encarcelado por los materiales supuestamente obscenos que enviaba por correo. A continuación, Strub desenvuelve los acontecimientos que dieron lugar al caso Roth contra Estados Unidos, situando el juicio en el contexto de su época -los informes Kinsey, las audiencias Kefauver, los debates sobre la libertad de expresión- mediante el uso de los documentos privados del propio Roth junto con las actas de los diversos procesos y los memorandos de los jueces.

La importancia de Roth, como revela Strub, reside en las dos caras de la opinión mayoritaria del juez William Brennan, que por un lado reflejaba la actitud liberalizadora hacia los asuntos sexuales en la América de mediados de siglo, pero por otro mantenía las expresiones "obscenas" fuera de la protección de la Primera Enmienda. Dado que esa sentencia pone de manifiesto las contradicciones de una sociedad en la que lo lascivo y lo represivo se mezclan incómodamente, Strub muestra cómo Roth dice mucho más sobre los valores sexuales estadounidenses de lo que las palabras escritas de Brennan necesariamente reconocían.

En nuestra era de pornografía en Internet y Cincuenta sombras de Grey, puede resultar difícil imaginar una época en la que la obscenidad era un asunto de los tribunales. A medida que Strub rastrea el legado de Roth y la ley de obscenidad a través de la vigilancia en curso de la sexualidad aceptable en el siglo XXI, su fascinante narración da vida a esos tiempos y ayuda a los lectores a navegar por la delgada línea entre lo que es socialmente aceptable y lo que es criminalmente obsceno.