No Podemos Vivir en el Cielo: La Seductora Promesa de la Microfinanciación

Opiniones de los lectores

El libro ofrece una exploración en profundidad de las complejidades y retos de la microfinanciación, en particular su impacto en las mujeres de los países en desarrollo. A través de relatos bien documentados e historias personales, la autora, Mara Kardas-Nelson, critica la evolución y comercialización de la microfinanciación, contrastando las intenciones altruistas iniciales con las prácticas explotadoras que han surgido con el tiempo.

Bien escrito y fácil de leer, el libro reformula la comprensión de la microfinanciación a través de una narración cautivadora. Está ampliamente documentado y ofrece una perspectiva humana de un tema complicado, lo que lo hace accesible al público en general. Ha cosechado elogios por su atractiva narrativa, que combina detalles históricos con relatos personales, lo que lo convierte en una lectura obligada para los profesionales de campos afines.

Algunos lectores pueden encontrar el libro denso y más adecuado para los que tienen un interés académico en la economía que para los lectores ocasionales. Aunque critica ampliamente la microfinanciación, no propone un modelo alternativo claro de desarrollo económico, lo que puede dejar a algunos en busca de soluciones.

(basado en 9 opiniones de lectores)

Título original:

We Are Not Able to Live in the Sky: The Seductive Promise of Microfinance

Contenido del libro:

Para los lectores de Matthew Desmond, Katherine Boo y Anand Giridharadas llega una obra periodística de gran profundidad que explora la promesa y el peligro de la microfinanciación mundial, contada a través de los ojos de quienes trabajan en la microfinanciación y de las mujeres prestatarias de Sierra Leona, en África Occidental.

En 2005, la estrella del pop Bono proclamó: «Dale un pez a un hombre y comerá un día. Dale un microcrédito a una mujer, ella, su marido, sus hijos y su familia extensa comerán toda la vida». A mediados de la década de 2000, se había convertido en dogma del desarrollo internacional que la microfinanciación -préstamos muy pequeños y a alto interés- era la forma de acabar con la pobreza. La ONU había bautizado 2005 como el año del microcrédito. Un año después, cuando Muhammad Yunus ganó el Premio Nobel de la Paz por su trabajo en microfinanciación, proclamó que los préstamos minúsculos «acabarían con la pobreza en los museos».

Era una hermosa visión. Pero sólo había un problema: la microfinanciación no funciona, al menos no como prometía.

No podemos vivir en el cielo, de Mara Kardas-Nelson, es una historia sobre las consecuencias imprevistas, el optimismo ciego y las ramificaciones a lo largo de décadas de decisiones políticas aparentemente pequeñas que repercuten en todo el mundo. Es la historia de mujeres pobres que hacen todo lo que pueden para llegar a fin de mes en las circunstancias más duras, y de cooperantes internacionales, financiadores y defensores -desde Bono a Bill Gates, pasando por Bill Clinton- que prometen un futuro mejor con una solución rápida que puede acabar atrapando a los pobres en la pobreza. El libro se basa en los relatos de las mujeres que solicitan préstamos de microfinanciación en Sierra Leona; sus historias se enmarcan en una historia detallada del meteórico ascenso de la elevada visión de Muhammad Yunus y el cambio gradual de un pequeño programa sin ánimo de lucro a una floreciente industria con ánimo de lucro. No podemos vivir en el cielo pone de relieve las preguntas que todos deberíamos habernos hecho durante décadas: ¿quién gana dinero con las microfinanzas y, lo que es más importante, quién y qué se queda atrás?