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No More Blood
La sangre es la fuerza vital de todo ser humano (y de otros animales). Cuando se sale de nuestros vasos sanguíneos, morimos.
Cuando se rompe la aorta, el mayor vaso sanguíneo del cuerpo, la muerte suele llegar rápidamente, pero para unos pocos afortunados no es instantánea. Para ellos, la supervivencia es posible con una intervención quirúrgica de urgencia. Cuando una obstrucción en un vaso sanguíneo impide que la sangre fluya, la parte del cuerpo afectada funciona mal y puede descomponerse si no se realiza una operación para aliviar la obstrucción.
Cuando Peter Harris se convirtió en cirujano vascular consultor en la década de 1980, las operaciones eran grandes y sangrientas. Cuando terminó en 2012, los bisturíes y las sierras habían sido sustituidos en gran medida por procedimientos incruentos de punción con aguja guiados por imágenes de rayos X en una pantalla de televisión.
La evolución de la tecnología que hizo esto posible se cuenta principalmente a través de las experiencias de los pacientes e incluye descripciones vívidas y, a veces, desgarradoras de sus operaciones y secuelas. Los relatos de sus propias tribulaciones y los buenos momentos se enmarcan en el turbulento contexto del NHS, desde el Hospital Broadgreen, a las afueras de Liverpool, en 1979, hasta el University College Hospital de Londres, en 2012.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)