No Man's Yoke on My Shoulders (Ningún yugo sobre mis hombros)

Título original:

No Man's Yoke on My Shoulders

Contenido del libro:

"Un día fui al mercado de esclavos y vi cómo vendían a los negros como si fueran cerdos", cuenta George Lycurgas, según su hijo Edward. "Familias enteras se vendían juntas, y algunas se dividían: la madre se iba con un marido y el padre y los hijos con otros.

Sacaban a un esclavo a la plataforma y le abrían la boca, le golpeaban el pecho, le hacían endurecer los músculos para que el comprador viera lo que se llevaba". Los ex esclavos de No Man's Yoke on My Shoulders hablan de una Florida que ya no existe y que hoy apenas puede imaginarse. Actualmente, Florida es el cuarto estado más poblado del país y tiene más de 100 veces la población que tenía en 1860, justo antes de la Guerra Civil.

Y sólo hacía 40 años que había dejado atrás la dominación española. En la década de 1930, el Proyecto Federal de Escritores envió entrevistadores para que grabaran los recuerdos de antiguos esclavos, muchos de ellos con 80 o 90 años. Sólo el uno por ciento de las más de 2.000 transcripciones recogidas en la Biblioteca del Congreso relataban historias de personas que habían vivido la esclavitud en Florida.

Esto hace que los relatos de los antiguos esclavos de Florida en este volumen sean doblemente valiosos. Los lectores podrán echar un vistazo a las vidas de estos raros supervivientes mientras contaban sus historias en plena Gran Depresión, una época que para muchos era poco mejor que los días de esclavitud. Horace Randall Williams se describe a sí mismo como "uno de los últimos habitantes de Alabama -blancos o negros- que recuerdan haber recogido algodón a mano no por unos minutos para ver qué se sentía, sino porque necesitaba los pocos dólares que me daban por un día de duro trabajo bajo un sol abrasador".

Fue fundador y durante muchos años director del Proyecto Klanwatch del Southern Poverty Law Center. También editó Weren't No Good Times: Relatos personales de la esclavitud en Alabama.