No hay revolución infeliz: El comunismo de la miseria

Opiniones de los lectores

Actualmente no hay opiniones de lectores. La calificación se basa en 4 votos.

Título original:

There Is No Unhappy Revolution: The Communism of Destitution

Contenido del libro:

"Un poderoso alegato a favor del persistente cuestionamiento y la interrupción existencial que acompaña a esa búsqueda de la felicidad y la revolución), y la alimenta, y constituye y rompe su final vagabundo y abierto"-- Fred Moten, autor de In the Break: The Aesthetics of the Black Radical Tradition.

"Hoy es difícil escapar a la percepción de que la violencia financiera y el fascismo están sofocando toda posibilidad de felicidad... No hay revolución infeliz muestra una posible salida a esta desesperación"-- Franco "Bifo" Berardi, autor de Futurabilidad: la era de la impotencia y el horizonte de la posibilidad.

En una época de crisis política, económica y climática, ¿podemos permitirnos por más tiempo nuestra infelicidad colectiva? No hay revolución infeliz da expresión a la era de la revolución que se despliega ante nosotros. Con sofisticación y cruda urgencia a partes iguales, Marcello Tar identifica los momentos originales, así como el poderoso contenido disruptivo y creativo que acecha nuestra época como un espectro.

La era de la revolución ha vuelto y, con ella, la inestabilidad y la incertidumbre. Hay una fe renovada en la rebelión popular como medio para llevar a cabo un cambio sistémico muy necesario. En el corazón de esta dinámica descansa una nueva teoría del cambio social y del bienestar de la sociedad. La felicidad es colectiva, no individual, como explica Marcello Tar, y nuestro deseo colectivo de felicidad es una fuerza revolucionaria que no puede ni debe contenerse.

Cien años después de la Revolución de Octubre, en medio de nuestra actual crisis civilizatoria, ¿sigue siendo posible pensar y construir el comunismo? Sí, responde Tar, siempre que repensemos radicalmente la tradición de los movimientos revolucionarios que se han sucedido de un siglo a otro. Ofreciendo tanto una filosofía militante como una filosofía de la militancia, se enfrenta hábilmente a los diferentes movimientos contemporáneos, desde la insurrección argentina de 2001 hasta Occupy Wall Street, los Indignados españoles, el movimiento francés contra la ley laboral y la Primavera Árabe, resucitando y renovando un linaje de pensamiento revolucionario, de Walter Benjamin a Giorgio Agamben, que promete hacer la vida habitable.