No hay nada como la comida casera: Sea su propio chef y aprenda nuevas recetas

Título original:

There's Nothing Like Home-Made Food: Be Your Own Chef and Learn New Recipes

Contenido del libro:

Hay libros de cocina y libros de cocina, y su generación no ha terminado.

Una generación que comenzó en el Jardín del Edén, presumiblemente, pues si la madre Eva no era muy diferente de sus hijas, sabía cocinar algunas cosas mejor que sus vecinas, y ellas querían saber cómo las hacía y ella quería contárselo.

De hecho, se ha afirmado que el primer libro impreso, de pequeño formato, consistía principalmente en recetas para "líos" de comida y remedios para enfermedades comunes en familias en crecimiento. Independientemente de que el primer libro impreso fuera o no un libro de cocina, lo cierto es que entre los libros más antiguos que se conservan se encuentran los que explican cómo preparar alimentos, ropa y medicinas. Algunos de ellos son de lectura muy interesante, en particular las partes relativas a la curación de todo tipo de males, así como del amor cuando parecía un mal, y de la mala suerte.

¿Y quién no pagaría alegremente, incluso en esta época ilustrada, por un libro que contuviera recetas para estas mismas cosas? Porque, a pesar de nuestra mayor civilización, de nuestra educación más amplia y de nuestros vastos conocimientos, seguimos creyendo en los días de suerte, en las piedras de la suerte y en los presagios afortunados. Estos elementos formaban una parte nada desdeñable de los antiguos libros de cocina, y sin duda constituirían un elemento muy atractivo de una guía culinaria moderna.

Sin embargo, casi nadie confesaría haberlo comprado por ese motivo. En estos últimos tiempos, los profesores del arte culinario nos dicen que la cocina se ha reducido a una ciencia, y que ya no hay más conjeturas al respecto. Han dado nombres altisonantes a los elementos alimenticios, han calculado raciones perfectamente equilibradas y han ajustado los alimentos a todas las condiciones de salud, o de mala salud.

Y, sin embargo, el mundo come prácticamente lo mismo de siempre y de la misma manera, con la diferencia de que la mayoría de las salsas se añaden para satisfacer el gusto.