No es mi tipo

Opiniones de los lectores

Las reseñas de «No es mi tipo», de Meghan Quinn, destacan una mezcla de humor, romance y profundidad emocional en torno a Halsey Holmes, una jugadora de hockey que se enfrenta al duelo. El libro ha sido elogiado por sus atractivos personajes, su ingeniosa escritura y la exploración de temas como la familia encontrada y el crecimiento personal. Sin embargo, algunas críticas señalan inconsistencias en la química de los personajes y un final apresurado, así como una recepción mixta a ciertos tropos románticos.

** Estilo de escritura humorístico y atractivo ** Fuerte profundidad emocional, particularmente en la exploración del duelo ** Personajes y relaciones bien desarrollados ** Uso efectivo de tropos románticos como familia encontrada y compañeros de cuarto a amantes ** Bromas encantadoras y momentos cómicos a lo largo ** Excelente narración de audio completa mejora la experiencia ** Los lectores disfrutaron de la conexión entre los personajes principales Halsey y Blakely.

** Algunos sintieron una falta de conexión genuina entre los personajes principales ** Ciertos aspectos, como el final, se sintieron apresurados para algunos lectores ** La dinámica de Insta-love fue criticada por carecer de profundidad ** Preocupaciones sobre las inconsistencias de los personajes, particularmente en la representación de Halsey ** El uso repetitivo de ciertos tropos (por ejemplo, la caracterización «alfa») fue señalado como excesivo ** Sentimientos encontrados sobre el ritmo y la credibilidad de las interacciones de los personajes en algunas escenas

(basado en 1117 opiniones de lectores)

Título original:

He's Not My Type

Contenido del libro:

Nunca te conviertas en compañero de piso de una chica por la que llevas suspirando casi un año.

Probablemente te estés preguntando por qué haría algo así. Bueno, no lo hice.

Fueron mis compañeros de equipo.

En el momento en que se enteraron de que Blakely White estaba soltera, se encargaron de jugar a cupido y darme instrucciones sobre cómo debía conquistarla.

No te pongas una camisa cerca de ella.

Hazle la cena.

Tócale ligeramente el hombro cuando te despidas.

Estoy tan nervioso, tan abrumado, tan locamente enamorado de esta mujer que apenas se fija en mí, que pierdo el control de la situación y cometo un error garrafal: me ofrezco a ser su cita falsa para una boda para que pueda darle celos a su ex.

Eso significa que durante toda una noche tengo vía libre con ella. Puedo abrazarla, bailar con ella, besarla... mirarla desde el otro lado de la habitación como si fuera todo mi mundo, porque lo ha sido durante meses.

Pero cuando la noche llega a su fin, me enfrento a dos opciones: llevarla a mi habitación y mostrarle lo que realmente siento, o dejarla marchar, sucumbiendo al hecho de que muy bien podría no ser su tipo.