No deberíamos ser amigos: La historia de una amistad

Opiniones de los lectores

El último libro de Will Schwalbe, «No deberíamos ser amigos», explora una improbable amistad entre dos hombres de diferentes orígenes en Yale. A través de la evolución de su relación, el libro examina temas como la aceptación, el autodescubrimiento y las complejidades de mantener amistades por encima de las diferencias. Los críticos aprecian las memorias por su honesta reflexión sobre la amistad, la conmovedora narración y las relevantes lecciones de vida, aunque algunos encuentran la premisa menos atractiva o el contexto social anticuado.

La exploración perspicaz y sincera de la amistad, la prosa bien escrita, la narración atractiva y cercana, los temas que invitan a la reflexión sobre la autoaceptación y el crecimiento personal, el humor y la profundidad en el desarrollo de los personajes animan a los lectores a mirar más allá de los estereotipos.

Algunos lectores consideraron que algunas partes del libro eran aburridas o predecibles, que las diferencias percibidas entre los amigos eran exageradas, que el contexto social era algo anticuado, y expresaron el deseo de que hubiera más elementos visuales o detalles sobre los personajes.

(basado en 48 opiniones de lectores)

Título original:

We Should Not Be Friends: The Story of a Friendship

Contenido del libro:

Un libro cálido, divertido e irresistible que sigue una amistad universitaria improbable y que cambia la vida a lo largo de cuarenta años, del exitoso autor de El club de lectura del final de tu vida.

Cuando Will Schwalbe estaba en el penúltimo año de la universidad, ya había conocido a todo el mundo que le interesaba: gente del teatro, escritores, artistas plásticos y estudiantes de literatura, además de otros personajes extravagantes, como el puñado de estudiantes que compartían su misma especialidad, Latín y Griego. También sabía exactamente a quién quería evitar: a los deportistas. Los deportistas llevaban gorras de béisbol y se movían en manadas, llenando las bulliciosas mesas del comedor, y en general parecían ser una especie completamente distinta, con la que Will sólo podría encontrarse por su cuenta y riesgo.

Todo esto cambió radicalmente cuando Will chocó con Chris Maxey, conocido por casi todo el mundo como Maxey. Maxey era físicamente imponente, ruidoso y un luchador estrella que estaba decidido a convertirse en Navy SEAL (donde más tarde serviría durante seis años). Gracias a las circunstancias extrañamente liberadoras de una sociedad secreta poco conocida en Yale, los dos forjaron un vínculo que se convertiría en un pilar de sus vidas mientras se perdían y se encontraban una y otra vez en los años posteriores a la graduación.

De New Haven a Nueva York, de Hong Kong y Panamá a una extraordinaria escuela en una isla de las Bahamas, pasando por matrimonios y divorcios, triunfos y pérdidas devastadoras, No deberíamos ser amigos sigue la pista de una extraordinaria amistad a lo largo de décadas de desafíos y cambios. La nueva y maravillosa obra de Schwalbe es, en el fondo, un alegre testimonio del milagro de la conexión humana y de cómo, si somos capaces de superar nuestras ideas preconcebidas, podemos encontrar a algunos de nuestros mejores amigos.