Niños que la sociedad ha perdido o abandonado: Una guía para padres y familiares sobre los problemas de salud neuropsiquiátrica a los que se enfrentan los niños y adolescentes

Título original:

Children Who Society Has Lost or Abandoned: A Parent and Family Guide for Neuropsychiatric Health Issues Faced by Children and Adolescents

Contenido del libro:

Este es un libro que todo padre, abuelo, familiar, trabajador social, cuidador de niños y educador debe tener. Presenta, revisa y discute el grave lado oscuro de la pediatría, los niños y adolescentes con problemas y afecciones psiquiátricas y de salud mental, sus signos y síntomas de alerta y las indicaciones para obtener ayuda, atención e intervención. Orienta a los adultos que están en condiciones de marcar la diferencia con una intervención temprana para que sean diligentes y reconozcan los signos de niños con trastornos mentales, ansiedad o depresión, o con riesgo de comportamiento suicida.

Otros temas abordados son el comportamiento obsesivo-compulsivo, los trastornos de conducta, los trastornos alimentarios, el PANDAS y los trastornos del desarrollo del aprendizaje como el trastorno del espectro autista y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Se revisan y discuten temas más delicados como la disforia de género y la obesidad. Hay revisiones exhaustivas del abuso de sustancias, los trastornos por abuso de alcohol y marihuana, el TEPT, la esquizofrenia infantil y el trastorno bipolar. La identificación y la intervención precoz de las enfermedades mentales en los niños marcan una gran diferencia en su evolución final.

* PANDAS es un trastorno real y su incidencia va en aumento.

* Los trastornos alimentarios no son una moda pasajera.

* Existe una razón fisiológica por la que puede aparecer la disforia de género.

* El TEPT se da en niños y adolescentes.

* La obesidad no siempre es genética.

* El abuso de sustancias puede darse en cualquier hogar.

* No todos los niños diagnosticados de trastorno del espectro autista son autistas.

* La identificación y la intervención precoz de las enfermedades mentales en niños y adolescentes marcan una gran diferencia.