Ni siquiera la inmortalidad dura para siempre: Mostly True Stories

Título original:

Not Even Immortality Lasts Forever: Mostly True Stories

Contenido del libro:

McClanahan elabora sus historias de madurez con ingenio cómico y refrescante honestidad, invitando a los lectores a revivir los recuerdos que dieron forma a su carácter y a su carrera, desde las hilarantes travesuras de la infancia en el pequeño pueblo de Kentucky hasta las reveladoras aventuras en la Costa Oeste.

Una buena historia tiene mente propia; busca su verdad como el agua busca su propio nivel. Pero, ¿dónde está el límite entre la memoria y la imaginación, entre la no ficción y la narración de una buena historia? En las historias, en su mayoría reales, que componen Ni siquiera la inmortalidad dura para siempre, Ed McClanahan pone a prueba intrépidamente los límites de esa distinción.

Esta recopilación de relatos autobiográficos con tintes de ficción comienza en la posguerra de los años cuarenta con la breve y repentina aparición de un artista callejero ambulante en la somnolienta ciudad natal de McClanahan, en la Kentucky rural, un anciano ciclista cuyo arte parece, al narrador de catorce años, casi divinamente inspirado. Los relatos siguientes narran la relación tensa, pero a la postre tierna, de McClanahan con su padre, un "hombre de licitaciones" y, al mismo tiempo, su creciente conciencia de su propia vocación de escritor. McClanahan se abre camino como escritor en el legendario Programa de Escritura Creativa de la Universidad de Stanford y entabla una amistad duradera con Ken Kesey y su entonces célebre grupo, los Merry Pranksters.

Tras regresar a Kentucky en la década de 1970, McClanahan publica en 1983 su esperada novela, The Natural Man, el primero de siete libros bien recibidos. En 2019, fue incluido en el Salón de la Fama de Escritores de Kentucky.

"Puede que este sea el mejor libro de Ed McClanahan hasta la fecha. Nunca más podré decir que no me río a carcajadas -o que no camino recitando al ser humano más cercano- mientras leo un libro. Estas memorias pertenecen a la misma estantería que Boy with Loaded Gun de Nordan y las obras de David Sedaris. Qué gran y cómico viaje de un hombre de gran corazón". --GEORGE SINGLETON