Nancy a los noventa: Siete décadas de escultura de Nancy Frankel

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Título original:

Nancy @ Ninety: Seven Decades of Sculpture by Nancy Frankel

Contenido del libro:

Varios años después de que William Meredith sufriera un grave derrame cerebral, amigos y terapeutas bienintencionados le sugirieron que la arteterapia podría ser útil para desarrollar las habilidades motoras de la mano afectada. Habíamos oído hablar de una legendaria profesora del Montgomery College y nos pusimos en contacto con ella para que aceptara a William como alumno. Esa interacción se convirtió en una amistad para toda la vida que nos lleva a la presente exposición patrocinada por la Fundación William Meredith.

Resultó que la coordinación motora no era el problema a tratar. La afasia de William le dificultaba la comprensión de conceptos intelectuales: el espacio negativo, la precisión anatómica y todos los requisitos técnicos de la escultura le resultaban difíciles de entender. Nancy tenía un talento extraordinario para llegar a él, atrapado bajo el hielo, por así decirlo, e hicieron el baile que profesor y alumno entablan cuando el aprendizaje alcanza su máxima expresión. Y, como era de esperar, William pasó a enfrentarse a otros retos con el lenguaje una vez que hubo completado varios retratos-esculturas bastante notables. Sin embargo, su amistad perduró y dio lugar a años de viajes a Bulgaria, Florida, Nueva Inglaterra y Europa. Nancy se había convertido en familia.

Sus amigos la adoran por su modestia, honestidad intelectual y autoridad espiritual. Realmente es una «mujer sabia», y da su opinión en el estudio bíblico al amanecer cada jueves antes de volver a casa para dar clase. Planea ser «compañera de piso» de su amiga Lizzy en el Columbario de la iglesia episcopal de St. Columba y, a pesar de los amigos que han desaparecido del planeta últimamente, sigue comprometida con los placeres de la vida. De nuevo, como escribe Meredith en «Sus planes para la vejez»

Está fundando una secta para viejos radicales,

Los pueden llamar fenómenos, pero se equivocan,

que persisten en estar en casa en el mundo,

Que naturalmente sienten que es un buen lugar para estar,

Deja que los jóvenes se sientan tan extraños como quieran.

Y otra poeta me viene a la mente cuando considero la visión realista, aceptadora y equilibrada de dónde se encuentra en este momento de su vida. Al final de su poema «Cuando llegue la muerte», Mary Oliver escribe

Cuando termine, quiero decir: toda mi vida

fui una novia casada con el asombro.

Yo fui el novio, tomando al mundo en mis brazos.

Cuando termine, no quiero preguntarme

Si he hecho de mi vida algo particular, y real.

No quiero encontrarme suspirando y asustado,

O lleno de discusiones.

No quiero acabar simplemente habiendo visitado este mundo.

Nancy no tiene que preocuparse en este sentido. Ha hecho de su vida «algo particular y real». Las esculturas siguen siendo un testimonio de su inteligencia y su visión única de la realidad y del mundo. Todos los que la queremos estamos muy agradecidos de que esta niña encantadora se convirtiera en la mujer que todos admiramos. Como dice Meredith de Simone de Beauvoiren su «civilizada melancolía gala»: «que sea amada y bella sin arrugas hasta que se necesite la datación por carbono para determinar su edad». Y que siga entreteniéndonos con su hermosa obra durante muchos años.