Nadia Boulanger and the Stravinskys: A Selected Correspondence
Nadia Boulanger e Igor Stravinsky comenzaron a cartearse en 1929, cuando Stravinsky buscó a alguien que supervisara la educación musical de su hijo menor, Soulima. Boulanger aceptó el puesto e inició lo que sería un cálido y duradero diálogo con la familia Stravinsky. Durante cincuenta años, Boulanger intercambió cartas con Igor Stravinsky. Existen otras 140 cartas dirigidas a Boulanger por la familia directa de Stravinsky: su esposa Catherine, su madre Anna y sus hijos Thodore y Soulima.
Nadia Boulanger y los Stravinsky: A Selected Correspondence ofrece una rica selección de este diálogo multiforme. Las cartas se publican aquí traducidas al inglés (la mayoría por primera vez en su totalidad o en su totalidad). Los originales franceses, poco conocidos, están disponibles en la página web del libro. Las cartas nos permiten seguir la conversación que mantuvieron Boulanger y los Stravinsky desde 1929 hasta 1972, año siguiente a la muerte de Igor Stravinsky. A través de las palabras que intercambiaron, vemos la transición de Boulanger y Stravinsky de colegas respetuosos a amigos íntimos y, finalmente, a iconos distantes, siempre con la música como tema central. Estas cartas son un testimonio del poder de un maestro para dar forma al canon cultural y del deseo de un compositor de integrarse en los relatos históricos. Sus palabras tocan asuntos profesionales y personales, musicales y sociales, y la narrativa general refleja la agitación de la vida durante el siglo XX y la fragilidad de los artistas que esperaban dejar su huella en el periodo modernista.
Kimberly A. Francis es Profesora Asociada de Música en la Universidad de Guelph, Canadá.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)