Munajat: Cuarenta Oraciones

Opiniones de los lectores

Munajat, de Pir Elias, es una colección de oraciones y poemas que resuenan con profundas verdades espirituales y ofrecen sinceras reflexiones y una sensación de conexión con lo divino. El libro es elogiado por su capacidad para evocar sentimientos de gratitud y proporcionar consuelo en tiempos difíciles.

El libro contiene oraciones sorprendentes y conmovedoras que resuenan profundamente en los lectores. Constituye una valiosa herramienta para mejorar la práctica espiritual y ofrece un comienzo positivo del día. La poesía se asemeja a las obras de Rumi y Hafiz, y a muchos les parece una fuente de sabiduría, esperanza y alegría, que anima a repetir la lectura.

A algunos lectores les puede parecer que la sencillez de los poemas carece de complejidad en comparación con otra literatura mística, aunque otros también pueden ver en esta sencillez un punto fuerte.

(basado en 6 opiniones de lectores)

Título original:

Munajat: Forty Prayers

Contenido del libro:

Las cuarenta oraciones de este libro se inspiraron originalmente en las Munajat - "oraciones susurradas" o "conversaciones íntimas con Dios"- del sufí persa del siglo XII Abdullah Ansari. Este tipo de oración íntima se adapta a la sensibilidad de los sufíes: Ibn Arabi, Rumi, Hafez y muchos otros se convirtieron en sus maestros.

Por un lado, rezar de este modo es hablar con amor evocando la cercanía de la realidad divina, y por otro no puede evitar enmudecer al señalar la majestad indecible de lo Real. Es una forma de oración que enternece al mismo tiempo que sobrecoge. Estas oraciones las escribí a lo largo de cuarenta amaneceres como parte de una práctica (llamada chilla en nuestra tradición) que me impuse a mí mismo.

Escribirlas no me pareció escribir de la manera habitual, sino más bien esperar. Esperar y escuchar.

Entonces mi corazón empezaba a susurrar y yo intentaba escribirlo. A menudo, cuando una oración llegaba a su fin, la encontraba desconcertante y no muy bien escrita. Entonces hacía lo posible por cerrar el cuaderno y no darle más vueltas.

Cuando volvía a ellas más tarde, empezaba a oír lo que intentaban decirme. Al compartirlos contigo, espero que también te sirvan a ti.