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Death by Poison
En el siglo XIX y principios del XX, el método más común de suicidio era tomar veneno, generalmente arsénico. En las granjas, la estricnina, el cianuro y el arsénico se utilizaban para deshacerse de topos, conejos y otras alimañas.
Las enfermedades mentales, especialmente la depresión, se consideraban el factor más importante del suicidio. En el siglo XIX, aproximadamente la mitad de los veredictos de los forenses sobre suicidios concluían que las víctimas estaban «locas». Los intentos de suicidio solían estar provocados por crisis vitales: la muerte de un familiar cercano o, más a menudo, la ruptura de una relación sentimental.
Cuando había pocos analgésicos disponibles, escapar de una enfermedad física era una razón común para el suicidio. El arsénico se utilizaba a menudo para asesinar, ya que era fácil de conseguir, barato y prácticamente insípido cuando se disolvía.
Muerte por veneno es una fascinante colección de historias reales sobre personas que tuvieron dificultades para afrontar la vida, ya fuera poniéndole fin mediante el suicidio o asesinando a una persona que les hacía la vida imposible. Estas historias tienen lugar en todo Minnesota entre 1859 y 1913, e involucran a personas de toda condición, documentando sus luchas, sus penurias y las tristes formas en que pusieron fin a sus vidas.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)