Movimientos obreros católicos en Europa: pensamiento y acción social, 1914-1965

Título original:

Catholic Labor Movements in Europe: Social Thought and Action, 1914-1965

Contenido del libro:

Los movimientos obreros católicos en Europa narra la historia de los movimientos obreros industriales de inspiración católica en el periodo comprendido entre el inicio de la Primera Guerra Mundial y la reconstrucción tras la Segunda Guerra Mundial. El objetivo declarado de los católicos preocupados en las décadas de 1920 y 1930 era "recristianizar la sociedad".

Pero los movimientos obreros dominantes en muchos países durante este periodo estaban formados por elementos socialistas que veían la religión como un obstáculo para el progreso social. Construir organizaciones sólidas de católicos que se identificaran con las clases trabajadoras y sus luchas constituía un reto de enormes proporciones. Sólo uno de los muchos defensores de los trabajadores cuya historia constituye el núcleo de este libro alcanzó el reconocimiento internacional en el mundo católico.

Se trata del fundador de la JOC (Jeunesse Ouvriere Chretienne), el cardenal Jozef Cardijn. Pero los esfuerzos combinados de los implicados en los movimientos obreros católicos, a pesar de las inevitables luchas intestinas, persistieron a través de generaciones marcadas por la dominación fascista y nazi, por la Gran Depresión, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría.

Los protagonistas e historiadores de estos movimientos documentaron sus luchas, y Misner sintetiza ahora esta abundante información, presentada país por país, e interpreta el desarrollo de los movimientos obreros en toda Europa. Una completa bibliografía de fuentes enriquece enormemente el volumen, aumentando su valor como referencia. En combinación con otros factores, como el Plan Marshall estadounidense que impulsó el "milagro económico" de la década de 1950, los sindicatos cristianos aportaron su granito de arena al característico "capitalismo social" de Europa.

El compromiso básico con el régimen democrático, combinado con el desvanecimiento de la ideología antirreligiosa de los sindicatos y partidos socialdemócratas, fomentó la fusión de las confederaciones sindicales rivales en los países de la Comunidad Europea. Con sus recursos y patrimonio únicos, y ahora en un entorno pluralista, los trabajadores cristianos reforzaron el llamamiento compartido en favor de la justicia social y el bien común.