Moral minera: La búsqueda de la ética en un mundo herido

Título original:

Mining Morality: Prospecting for Ethics in a Wounded World

Contenido del libro:

Empleando "herramientas de autoafilado" que se encuentran en la obra del teólogo y filósofo Bernard Lonergan, la encíclica Laudato si' del Papa Francisco y el derecho internacional, William P.

George lleva la minería a la conciencia moral personal y colectiva mediante la "prospección de la ética" en lugares seleccionados: (1) Butte, Montana, "la colina más rica de la Tierra", una vez unida a Chuquicamata, Chile, por una empresa que abarcaba dos continentes y casi poseía un estado; (2) la pequeña nación insular de Nauru, llamada Pleasant Island hasta que fue devastada por la minería de fosfato y la ruptura de una confianza sagrada por parte de potencias extranjeras; (3) los fondos marinos, regidos por la Ley del Mar de las Naciones Unidas, una "constitución para los océanos" que considera gran parte de los fondos marinos ricos en recursos como "patrimonio común" de la humanidad; (4) África, con sus minas de uranio pero también sus conflictos sobre lo que significa "ser nuclear" tras el colonialismo, el apartheid e Hiroshima; y (5) los asteroides ricos en minerales que surcan a toda velocidad el espacio, donde se disputan los derechos mineros, incluso cuando los empresarios espaciales buscan convertirse en los primeros trillonarios del mundo. George presenta a los lectores a notables mineros morales -las mujeres de Butte y Chuquicamata, un juez del Tribunal Mundial de Sri Lanka y los Rocket Boys de Coalwood, Virginia Occidental, por nombrar algunos- y les lleva a considerar no sólo la moralidad de la minería -lo que es bueno y no tan bueno de la extracción de recursos-, sino también la minería de la moralidad, una empresa que Sócrates llamó "la vida examinada".