Monopolio nuclear

Título original:

Nuclear Monopoly

Contenido del libro:

Durante las décadas de la Guerra Fría, la gente de todo el mundo vivió con el temor de una guerra termonuclear. Para apaciguar ese miedo, los teóricos de la disuasión explicaron una y otra vez que ambas partes tenían que ser capaces de tomar represalias con una "destrucción mutua asegurada", para evitar que se utilizaran armas nucleares. Sin embargo, este "hecho básico" de la disuasión nuclear plantea una pregunta: ¿Qué disuadía a Estados Unidos de un ataque preventivo antes de 1949, cuando la Unión Soviética de José Stalin aún no había adquirido sus propias armas nucleares? En Nuclear Monopoly George Quester expone los argumentos a favor de una guerra preventiva utilizando armas atómicas rudimentarias para evitar la posibilidad de una futura guerra en la que ambos bandos hubieran utilizado bombas de hidrógeno.

Quester demuestra que la noción de destrucción mutua asegurada estaba arraigada en la cuestionable suposición de que la destrucción asegurada debía ser mutua y que Estados Unidos "por supuesto" nunca consideraría una guerra preventiva. Explora la lógica de estos supuestos contrastándolos con las circunstancias históricas de los años 1945-1949 y el pensamiento de personalidades influyentes y responsables de la toma de decisiones que determinaron la política nuclear estadounidense. En 1945, Estados Unidos podía infligir destrucción nuclear sin temor a represalias. Podría decirse que Estados Unidos podría haber utilizado esa ventaja para obtener importantes concesiones políticas de la Unión Soviética, como la rendición, el desarme y la democratización. Al mismo tiempo podría haber evitado la proliferación y el desarrollo de armas nucleares. En contra de este punto de vista, Quester analiza una serie de opiniones predominantes basadas en consideraciones prácticas y de procedimiento. Éstas van desde la escasez de bombas y otros recursos, la ineficacia de los bombardeos, la resistencia soviética y la vulnerabilidad de Europa Occidental, hasta cuestiones más amplias de moralidad estadounidense: ausencia de un casus belli, víctimas civiles y preocupación por una arrogancia de poder sin trabas.

Con la disolución de la Unión Soviética y la proliferación de armas nucleares entre pequeñas potencias y Estados delincuentes, el fracaso a la hora de atajar la capacidad nuclear soviética adquiere un mayor peso histórico. Las opciones del próximo siglo nunca volverán a ser las de 1945-1949, pero este estudio de la toma de decisiones militares y estratégicas ofrece importantes perspectivas para futuros conflictos. Monopolio nuclear será de interés para historiadores militares, responsables políticos y politólogos.