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My Tears Didn't Change God's Mind
Estaba sola, abandonada incluso por Dios, y nadie podía consolar mi alma moribunda. Revivir los últimos momentos de mi hijo cada vez que se mencionaba mi pérdida se convirtió en mi trauma recurrente. Nada me preparó para esto. Me di cuenta de que la única manera de superar el dolor era atravesándolo y eso fue lo que me empujó al bolígrafo.
Lo que puedes aprender de las preguntas candentes que me hice, y a las que encontré respuesta:
¿Dónde está Dios cuando más lo necesitamos?
La depresión es real, ¡y duele! ¿Cómo afrontarla?
¿Cuál es la nueva normalidad?
Cómo pequeños pasos pueden llevar a grandes cambios.
Pensé que estaba por encima de ella, pero al tener que soportarla, encontré la vida de nuevo. Como parte de mi curación, hablo en nombre de todos los corazones que han experimentado pérdida, dolor, pena, entumecimiento, vacío y asfixia.
Este es mi viaje a través de un tiempo de reflexión, aceptación y curación al otro lado del duelo. Camina conmigo y descubre que el dolor puede ser un preludio al propósito.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)