Milperra

Contenido del libro:

El rencor entre los Bandidos y los Comanchero creció hasta tal punto que el 10 de agosto de 1984 se declaró una guerra de moteros. Los presidentes de ambas bandas se hablaron abrasivamente por teléfono.

La declaración de guerra fue ratificada oficialmente... Si alguna vez las dos bandas se encontraban, cabía esperar un enfrentamiento a gran escala. Los moteros se prepararon para el inevitable derramamiento de sangre que acompaña a cualquier guerra.

El 2 de septiembre de 1984, Día del Padre, las bandas de moteros Comanchero y Bandidos se enfrentaron en un intercambio de motos en Milperra, un barrio de Sydney. Siete personas, entre ellas una niña de 14 años, fueron asesinadas en el aparcamiento de la taberna Viking.

Los miembros de las bandas rivales llegaron a la feria preparados para la batalla, con armas de fuego y bates de béisbol atados a sus bicicletas. Se alinearon en extremos opuestos del aparcamiento, abarrotado por 500 personas, y el derramamiento de sangre comenzó cuando el presidente de los Comancheros, Jock Ross, levantó un machete y gritó: "¡Matadlos a todos! La policía acudió rápidamente al lugar de los hechos para controlar la guerra y confiscó las armas antes de que las ambulancias pudieran acudir a atender a los heridos. Las investigaciones preliminares sobre la masacre revelaron que los comancheros estaban furiosos por la deserción de sus miembros a los bandidos, y que la hostilidad llegó a la guerra.

Tres semanas más tarde, la policía de Nueva Gales del Sur montó la muy organizada pero peligrosa operación HardWalk para detener simultáneamente a 43 moteros en sus domicilios y acusarlos de asesinato. El juicio celebrado en el juzgado de Penrith fue el mayor juicio conjunto de la historia judicial de Nueva Gales del Sur.