Milo March #15: The Day That Rained Diamonds (El día que llovieron diamantes)

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Título original:

Milo March #15: The Day That Rained Diamonds

Contenido del libro:

Milo March está en un nuevo caso para Intercontinental Insurance, y esta vez se trata de un auténtico rompecabezas. En realidad, Milo estaba instalándose en unas vacaciones hedonistas en Los Ángeles cuando Intercontinental le llama desde Nueva York y le convence, con la promesa de una gran prima, para que intente resolver una serie de robos de joyas en Beverly Hills.

Dado que Intercontinental se hace cargo de la mayor parte de las pólizas de las joyas, están desesperados por que Milo recupere el botín y por ver cómo encierran a los ladrones, como lección de advertencia para otros posibles infractores de la ley. La policía ha identificado a su principal sospechoso: Johnny Rinaldi, un gángster con antecedentes penales en todo el país. Pero justo cuando Milo se hace cargo del caso, la policía está ocupada arrestando a Lita, la bella novia de Johnny, por el asesinato: la han encontrado junto al cadáver con un revólver en la mano.

Sin embargo, Milo no cree que Lita lo hiciera.

Acababa de salir con ella esa misma noche. Tampoco cree que Renaldi sea el principal culpable.

Los robos debieron ser cometidos por una banda de siete u ocho personas, y Johnny no parecía lo bastante listo como para ser el cerebro. En todos los casos se asaltó una casa en el momento exacto en que los propietarios habían sacado sus gemas de la cámara acorazada de un banco. Alguien estaba avisando a los ladrones.

Milo tiene una buena idea de quién está implicado; por ejemplo, los matones que no dejan de advertirle que no se meta en el caso, le siguen constantemente y le amenazan con puños y pistolas. Pero un problema es cómo inculparles, y el otro es: ¿dónde demonios está la gran cantidad de joyas robadas, especialmente los trescientos diamantes sueltos escondidos en un lugar que sólo conoce el muerto? La pregunta se parece un poco al viejo chiste sobre la búsqueda de un perro perdido: "¿Dónde irías si fueras un perro? "Milo intenta adivinar dónde podría haber escondido Renaldi las joyas. Tenía que haber muchas, así que no podía haberlas tirado en un cajón de la cómoda.

¿Y por qué no había aparecido nada en el mercado? Seguro que no guardaba los diamantes para que se le escurrieran entre los dedos o para correr descalzo entre una colección de costosas baratijas. La respuesta está en la punta de la mente de Milo, y tiene que acceder a su intuición o, de lo contrario, habrá que desembolsar varios millones y Lita podría ir a la cámara de gas.