Mil maneras negadas: El legado medioambiental del petróleo en Luisiana

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Título original:

A Thousand Ways Denied: The Environmental Legacy of Oil in Louisiana

Contenido del libro:

Desde las colinas del norte hasta las tierras bajas pantanosas del sur, Luisiana y sus ciudadanos han disfrutado durante mucho tiempo de los frutos del trabajo de la industria del petróleo y el gas. La prosperidad económica fluyó a partir de la exploración pionera a medida que la industria anunciaba logros de ingeniería y tecnologías de producción innovadoras. Sin embargo, esos éxitos se produjeron a menudo a expensas de otros recursos naturales, lo que provocó la contaminación y degradación de la tierra y el agua. En A Thousand Ways Denied, John T. Arnold documenta la aguda interrelación de la industria petrolera con el medio ambiente de Luisiana. A partir de archivos gubernamentales, corporativos y personales, muchos de ellos inéditos, traza la historia de las prácticas petrolíferas y sus repercusiones ecológicas junto con las batallas por la regulación.

Arnold revela que a principios del siglo XX, Luisiana ayudó a liderar la política de conservación del país, instituyendo algunos de los primeros programas para mantener su enorme riqueza de recursos naturales. Pero con la proliferación de la producción de petróleo, los organismos gubernamentales se dividieron entre los que promovían la producción y los que se dedicaban a prevenir la contaminación. A medida que crecía la fuerza económica y política del petróleo, las normativas solían pasar desapercibidas y no se aplicaban. A lo largo de las décadas, el petróleo, el agua salada y las sustancias químicas fluyeron por el suelo, a través de los desagües naturales y por los cursos de agua. Los peces y la fauna huyeron de sus hábitats y se arruinaron las reservas de agua potable. En los humedales, las instalaciones de perforación se asentaban como fábricas en medio de un laberinto de canales interconectados dragados para apoyar la exploración, fabricación y transporte de petróleo y gas. En años posteriores, se debatió la contribución de estas actividades a la pérdida de tierras costeras.

El petróleo es una parte inseparable de la cultura y la política de Luisiana, afirma Arnold, pero la visión original del Estado para salvaguardar sus recursos naturales se ha visto comprometida. Arnold insta a recuperar los principios fundamentales de la conservación. De lo contrario, Luisiana corre el riesgo de perder usos viables de su tierra y, en algunos lugares, su propio modo de vida.