Mi vida: de los campos de algodón en las llanuras del sur de Texas a las mesas de negociación en China y Corea del Norte

Título original:

My Life: from Cotton Patches on the South Plains of Texas to Negotiation Tables in China and North Korea

Contenido del libro:

Este libro es el relato de una persona corriente cuyas experiencias vitales fueron atípicas. Era el quinto de siete hijos nacidos en el hogar de un pastor y educador rural. El autor enseñó en escuelas públicas durante seis años. La economía personal le obligó a convertirse en telefonista, obtener un máster y obtener el título de ingeniero profesional. La desintegración del sistema Bell la vivió desde dentro. Los tres últimos años de su experiencia en telecomunicaciones fueron en las Naciones Unidas, y le brindaron la oportunidad de viajar a más de cuarenta y cinco países. Su estancia en la ONU coincidió con el caos de la privatización de las redes y la reducción de los mercados de planificación centralizada. Paralelamente a su interesante carrera profesional, era cuidador de una esposa enferma crónica y padre de una hija activa. Entre otras pasiones no laborales, era un corredor empedernido. También se entrelaza una historia espiritual: creyente en la infancia, ateo a los cuarenta que recuperó la fe unos veinte años después. Se incluyen detalles de la muerte de la primera esposa, un nuevo matrimonio seguido de divorcio y un tercer matrimonio a la edad de setenta y cinco años. El escritor ha realizado ocho viajes a Moldavia para trabajar con huérfanos. Extractos Capítulo 2 El granero de Streun... tenía una expresión facial suave y gentil en respuesta a mi sonrisa. Lo tomé como algo positivo, pero cualquier respuesta que no fuera que se acercara y me diera una bofetada no habría aplacado mi deseo de conocerla.

Capítulo 7 Walsenburg "No digas ni una palabra", dije lentamente en tono bajo y amenazador. Volvió a hablar. Le golpeé contra la taquilla por segunda vez con mucha más fuerza que la primera, sin dejar de agarrarle la ropa con las dos manos. De nuevo el sonido resonó en el pasillo. "Cierra la boca y no me obligues a recordártelo otra vez", grité con volumen suficiente para que se oyera en todas las habitaciones de la tercera planta. Capítulo 11 Naperville Mi creencia en la existencia de Dios y la fe en su omnipotencia no podían ser más firmes si no estaban incrustadas en mi ADN. Esa seguridad era un lastre. Capítulo 14 Suiza Volví corriendo hacia el edificio, pero no a la puerta de salida. Una vez en el edificio, me quedé quieto con la espalda pegada a la pared exterior. Permanecí en esa posición el tiempo suficiente para recuperar el aliento y convencerme de que ni el guardia ni nadie sabían que estaba allí. Capítulo 15 Bon Coincidencia... el intérprete me despertó. Esta vez había recibido instrucciones de ser muy directo y brutalmente franco.... las consecuencias no eran una mera cuestión de vergüenza.... se destruirían carreras, y para algunos podría ser una cuestión de vida o muerte.... Los ojos y el tono de voz del intérprete me convencieron de que no debía arriesgarme a que fuera demasiado dramático. Capítulo 16 Kerrville Shirley no tenía deseos de morir. Sin embargo, había experimentado la vida por el camino de la hemodiálisis, y había sido horrible.

Esta vez no habría una rampa de salida del trasplante, sino un angustioso viaje más largo que llevaría al mismo final que la ruta sin dolor del hospicio. Capítulo 20 Casa vacía Durante las últimas semanas, la vida había sido un salto psicológico en bungee hacia un oscuro cañón mental. Caída libre hacia el miedo a lo desconocido y, de repente, retroceso a una sensación de "todo irá bien". Era un ciclo repetitivo con mi elasticidad emocional sometida a menos tensión con cada progresión. Capítulo 22 Agridulce Me quité la banda de oro del tercer dedo de la mano izquierda al salir del despacho del juez Brown. Mis emociones no eran ni de alivio ni de tristeza, sólo un pálido entumecimiento de fracaso inevitable. Capítulo 24 Amor crepuscular Sentados en el sillón de Janie, manteníamos una agradable conversación cuando experimenté un repentino arrebato de pasión. La presencia de Janie en el futuro sería diferente a la del pasado en aspectos desconocidos para mí durante aquel dichoso momento. Me incliné tímidamente hacia ella y nos besamos, y Janie me dijo juguetonamente: "Más vale que tengamos cuidado o podríamos destruir una buena amistad". Hice caso omiso de la advertencia y la besé largamente".