Mi familia luchadora: Fronteras y líneas de sangre y las batallas que nos hicieron

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Título original:

My Fighting Family: Borders and Bloodlines and the Battles That Made Us

Contenido del libro:

El primer libro de memorias de la galardonada periodista Morgan Campbell: una increíble historia de las batallas de una familia a través de generaciones, una hilarante y emotiva historia de madurez, y un poderoso reconocimiento de lo que significa ser negro en Canadá, especialmente cuando se tienen fuertes raíces estadounidenses.

Morgan Campbell procede de "una familia de luchadores", una relación y un enfrentamiento que se remontan al sur de Chicago en la década de 1930. Tanto la familia paterna como la materna formaron parte de la Gran Migración del sur rural estadounidense al norte industrial, pero una historia de desaires percibidos y diferencias de clase social solidificó una gran enemistad que no hizo sino intensificarse a lo largo del siglo, después de que las familias se unieran en matrimonio y se separaran al otro lado de la frontera.

El abuelo materno de Morgan, Claude Jones -un legendario rencoroso, a la vez que músico consumado, coetáneo de Oscar Peterson y fijo de la escena jazzística de Chicago- fue reclutado para tocar en algunos conciertos en Toronto, se enamoró de la ciudad y acabó estableciéndose en Canadá a mediados de la década de 1960, allanando el camino para que los padres de Morgan se reunieran con él en medio del tumulto de la guerra de Vietnam y el movimiento por los derechos civiles. La abuela paterna de Morgan, Granny Mary, sin embargo, permaneció en Estados Unidos, una distancia que sus planes y resentimientos no harían sino acrecentar.

Pero ese espíritu de lucha no se limitaba a las disputas familiares, sino que animaba la forma en que cada generación se movía por el mundo. Desde la lucha en grupo contra los supremacistas blancos recién llegados que se resistían violentamente a los vecinos negros, hasta la madre preadolescente de Morgan, que forjó su propia leyenda golpeando con frialdad a algunos matones racistas bocazas, la lección estaba clara: a veces las palabras no bastaban.

En Canadá, los Campbell formaron su propia familia, pero las tensiones entre la familia política no cesaron, y el divorcio y la enfermedad amenazaron los cimientos de la vida que habían construido. Testigo de todo ello era el joven Morgan, aspirante a escritor, atleta estrella en ciernes y estudioso del slow-jam, cuyas profundas raíces americanas le valieron un estatus de outsider que le llevó a sus propios altercados en el patio del colegio y puso de manifiesto la profunda brecha existente entre la utópica reputación multicultural de Canadá y la muy distinta realidad.

Habiendo crecido rebotando entre estas identidades y nacionalidades dispares, reales o imaginarias -negra y canadiense, canadiense y estadounidense, Campbell y Jones-, Mi familia luchadora es una iluminación ingeniosa, sabia, rica y conmovedora del viaje para encontrar claridad en todo ese conflicto.