Puntuación:
En «Mi cuerpo no es una petición de oración», la Dra. Amy Kenny explora las complejidades del capacitismo dentro de la Iglesia y la sociedad, utilizando el humor y la narrativa personal para cuestionar las percepciones de la discapacidad. El libro pretende fomentar la comprensión, la inclusión y la reflexión entre sus lectores, instando a una reevaluación del enfoque de la Iglesia hacia las personas discapacitadas.
Ventajas:El libro ha sido elogiado por su humor, vulnerabilidad y perspicaz perspectiva del capacitismo. La escritura de Kenny es atractiva e invita a la reflexión, ayudando a los lectores a enfrentarse a realidades incómodas e ideas erróneas sobre la discapacidad. Incluye preguntas para reflexionar y herramientas prácticas para que los lectores apliquen lo que aprenden, lo que lo hace adecuado para debates en grupo. Muchas reseñas destacan la capacidad del libro para cuestionar percepciones, fomentar la empatía y promover la inclusión.
Desventajas:Algunos lectores consideran que el tono del libro es a veces demasiado cínico o amargo, y opinan que el autor podría ser más optimista sobre las intenciones de la gente. Además, algunas reseñas señalaron que el libro podría beneficiarse de abordar cuestiones sistémicas como la supremacía blanca en relación con el capacitismo, lo que, en su opinión, debilitaba su argumento general. También se mencionaron las suposiciones del autor sobre los motivos y las interacciones de las personas, con las que no todos estaban de acuerdo.
(basado en 50 opiniones de lectores)
My Body Is Not a Prayer Request: Disability Justice in the Church
"Con prosa humorística e ingenio irónico, Kenny presenta un argumento convincente para que todos los cristianos hagan más por satisfacer las necesidades de acceso y acojan las discapacidades como parte del reino de Dios..... Los cristianos con mentalidad inclusiva aplaudirán las lecciones que aquí se exponen"Publishers Weekly.
Un libro que la iglesia necesita desesperadamente"--Elisa Rowe, Sojourners.
Gran parte de la iglesia ha olvidado que adoramos a un Dios discapacitado cuyas heridas sobrevivieron a la resurrección, dice Amy Kenny. Es hora de que la Iglesia empiece a tratar a los discapacitados como miembros de pleno derecho del cuerpo de Cristo, que tienen mucho más que ofrecer que una narración de curación milagrosa, y a aprender de sus experiencias encarnadas.
Escrito por una cristiana discapacitada, este libro muestra que la Iglesia está desaprovechando el testimonio profético y la bendición de la discapacidad. Kenny reflexiona sobre sus experiencias dentro de la Iglesia para sacar a la luz el capacitismo involuntario y lanzar una nueva visión para que las comunidades cristianas se comprometan con la justicia de la discapacidad. Demuestra que hasta que no cultivemos espacios eclesiales donde las personas con discapacidad puedan pertenecer, prosperar y liderar plenamente, no estaremos valorando a los diversos miembros del cuerpo de Cristo.
Ofreciendo una mezcla única de narración personal, escritura fresca y convincente, exégesis bíblica y aplicación práctica, este libro invita a los lectores a participar en la justicia de la discapacidad y crear una comunidad más inclusiva en los espacios de la iglesia y paraeclesiásticos. Se incluyen contenidos atractivos como preguntas para la reflexión y listas de los diez puntos más importantes.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)