Metroburbia: Anatomía del Gran Londres

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Título original:

Metroburbia: The Anatomy of Greater London

Contenido del libro:

Los suburbios de Londres albergan a muchos miles de personas que se desplazan a diario al centro para trabajar, pero también a muchos miles que rara vez encuentran un motivo para hacerlo. También contienen toda la infraestructura esencial para la ciudad, incluidos aeropuertos, oficinas, centros comerciales, fábricas y almacenes. Las afueras de Londres son, por tanto, metropolitanas y suburbanas al mismo tiempo: son Metroburbia. En este libro, Paul Knox examina la historia arquitectónica y el desarrollo de los suburbios londinenses, y celebra su sorprendente variedad y organizada estructura, refutando la afirmación común de que son monótonos o amorfos.

El primer capítulo, Los cimientos de Metroburbia, explica la fundación y el desarrollo de Metroburbia y examina cómo la topografía y la geología influyeron en la ubicación de los pueblos que pasarían a formar parte del Gran Londres. El río Támesis, por supuesto, es uno de los elementos estructurales más importantes y conocidos de Londres, y en este capítulo Knox examina cómo sus meandros y curvas han producido distintos patrones de asentamiento y desarrollo. También describe con detalle los siete sectores distintivos de Londres, que son (en el sentido de las agujas del reloj desde el oeste) el valle del Támesis, el noroeste de Londres, el norte de Londres, el valle del Lea, el noreste de Londres, el estuario del Támesis y el sur de Londres. Por último, analiza cómo los primeros asentamientos, las fincas rurales y los palacios reales dieron forma a Metroburbia, y cómo el aumento de las carreteras y la industria consolidaron el desarrollo de lo que se convertiría en los suburbios.

En el capítulo 2, Pattern-book London, se analizan los suburbios victorianos y eduardianos, las primeras urbanizaciones que recibieron ese nombre. Se analizan el auge de la construcción y su efecto en el empleo de la ciudad, así como las diferencias de estilo y finalidad entre los distintos suburbios, y Knox examina también los efectos de la inmigración y la industrialización en las necesidades de vivienda de la ciudad. Describe asimismo la génesis de los parques, cementerios y pueblos ajardinados que hoy ofrecen tan valiosos espacios verdes a los londinenses, y la creación de los impresionantes edificios industriales, cívicos e institucionales que siguen siendo llamativos elementos de la infraestructura de la ciudad.

El capítulo 3, Suburbia de entreguerras: Metro-Land y el Plan Universal, describe la aceleración de los proyectos de construcción en el periodo de entreguerras y el inicio de la transición de la sociedad eduardiana al moderno Estado del bienestar. El término "Metro-Land", introducido por la Metropolitan Railway Company a principios del siglo XX, da título al capítulo y describe la expansión del Londres residencial a lo largo del trazado de las líneas del metro hasta Buckinghamshire. Se analiza el efecto de la generalización de la propiedad del automóvil y se describen los diversos estilos de vivienda: Stockbroker Tudor, Suburban Moderne, mansion block, etcétera. El cuarto capítulo, Reforma secular y modernismo, abarca los treinta años transcurridos desde el final de la Segunda Guerra Mundial, durante los cuales el estado del bienestar provocó cambios radicales en la vida londinense y en la arquitectura de la ciudad.

El capítulo 5, "Contrarreforma", describe los cambios introducidos en el país por la nueva agenda neoliberal, a medida que el Estado del bienestar era superado por una economía de mercado que fomentaba el desarrollo libre para todos. En esa época, Metroburbia se había extendido hasta incorporar Chelmsford, Southend-on-Sea, Maidstone, Guildford, Reading y Luton. Fue una época de nuevos proyectos radicales de infraestructuras -desde el auge del centro comercial suburbano hasta la construcción de la nueva barrera del Támesis- y de enormes subidas de los precios de la vivienda. La regeneración de la Isla de los Perros para convertirla en la zona comercial de los Docklands es uno de los proyectos más destacados de la época, pero también se produjeron construcciones de viviendas de relleno y desarrollos medioambientales a pequeña escala, y se regeneraron las viviendas sociales. Finalmente, el último capítulo, Futuros megapolitanos, explora las diversas teorías sobre el futuro de la capital y las conjeturas sobre la forma de la ciudad en el siglo XXI.